No sé si he explicado alguna vez que en el Feng Shui cada zona de nuestro hogar está relacionado directamente con nuestros órganos vitales y con diferentes partes del cuerpo, así como de nuestras emociones. Aplicando el Feng Shui de forma consciente en un espacio determinado, según nuestras dolencias, puede mejorar nuestro estado anímico. Siendo conscientes podemos darle solución. Cada dolencia también está relacionada con un elemento del Feng Shui, y ocurre cuando este elemento se encuentra en desequilibrio, y de forma inconsciente lo trasladamos a nuestro entorno. El alma de nuestro dormitorio en nuestro estómago