Aunque las manzanas son la fruta más reconocida como beneficiosa para la salud, un nuevo estudio reveló que comer sandía puede desempeñar un papel importante en la salud cardiovascular.
Los investigadores analizaron la respuesta de ratones a una dieta que incluía dosis considerables de jugo de sandía y concluyeron en que la citrulina, un compuesto que se encuentra en la sandía, sería responsable de la baja de colesterol, la regulación del peso y disminución de la placa arterial en los roedores.
Para este estudio se dividieron a los ratones en dos grupos, ambos recibieron dietas ricas en grasas saturadas y colesterol. Un grupo bebió agua que contenía 2% de jugo de sandía mientras el otro bebió agua mezclada con la exacta cantidad de hidratos de carbono contenidos en el jugo de la fruta. Los resultados mostraron que casi el 50% menos de colesterol LDL (colesterol malo) se encontró en los animales que bebieron jugo de sandía.
El próximo paso para estos investigadores es encontrarle un lugar a la sandía en el mercado de nutracéuticos, que son los alimentos o componentes de alimentos que proporcionan beneficios a la salud. Actualmente, el 20% de la cosecha de sandía se desecha por año, ya sea porque la fruta no es atractiva para los compradores o porque algunos agricultores no creen que valga la pena gastar dinero en la cosecha. Ese porcentaje podría ser destinado a la extracción de nutrientes para el consumo como suplementos dietarios.