Pascual Urgull, tío de Nicasi (uno de sus muchos parientes extravagantes) ha sido detenido. En su ordenador han encontrado un fichero con la lista completa de los miembros de la tenebrosa secta del Rígor Mortis. Mientras tanto, las zanjas de obras públicas perforan la ciudad y complican su ya de por sí complejo entramado de subterraneos. Las zanjas son impredecibles por naturaleza. Uno sabe cuándo se abren pero nunca cuándo se van a cerrar… ni lo que puede aparecer en ellas.
En La secta del Rígor Mortis, Marijuli y Gil Abad se enfrentan a un auténtico misterio, que parece imposible de resolver, y el propio alcalde de la ciudad sufrirá las consecuencias de su ineptitud gestora.