La sensibilidad del discípulo

Por Tara


"Lo que es más descorazonador en algunas personas, es que acepten la idea de llevar una vida limitada. Ser débil, estar enfermo o sentirse desgraciado; para algunos es normal, porque no imaginan que la vida pueda ser diferente. Por supuesto, nadie alcanza escapar totalmente a ciertas limitaciones que nos impone la naturaleza; pero podemos reducirlas, no estamos obligados a ser siempre prisioneros o víctimas. No solamente es viable prolongar los buenos estados y las buenas condiciones, sino que también es factible retrasar la aparición de estados negativos; por lo que para ello, sólo basta creer que es posible.
Desgraciadamente, cuando se observa a algunas pesimistas, se ve que se comportan como si estuvieran hipnotizadas, como si se les hubiera trazado una línea ante ellas diciéndoles: «¡No iréis más lejos!»; creyendo y aceptando tal limitación, como una fatalidad. Pues no, no es una desgracias. Pero tales personas no se conocen, no tienen conciencia de todos sus recursos y de todos sus poderes que el Creador ha puesto en ellas; para permanecen ahí, chapoteando. Entonces, a partir de ahora, esforcémonos en rechazar nuestros límites y sentiremos percibir que podemos hacer mucho más de lo que nos imaginamos."
Omraam Mikhaël Aïvanhov