La sepultura

Por Dolega @blogdedolega

-La verdad Madre, es que has hecho fotos preciosas aunque te hayas cargado la cámara.

-Te juro que no le hice nada. De repente se quedó con la pantalla en blanco. Menos mal que pude tomar la fotos más importantes del viaje.

Toma, la foto de mi sepultura. Te subes allí y tiras mis cenizas en el salto.

-Espera, espera. Vamos por partes que sé cómo te las gastas.

¿Las coordenadas?

-¡Y yo que sé! Coño, te traigo una foto del lugar y he convencido a tu tío que te acompañe. ¿Qué más quieres?

-Pero, ¿Allí hay serpientes?

-Dalo por seguro.

-¿Y cómo diablos pretendes que suba allí?

-Pues mira, tu tío se ha comprometido a acompañarte hasta la entrada, porque dice que para esa época estará ya bastante torpe para subir.

-A ver Madre, ¡Que veo que me estas liando! Si el tío es siete años mayor que tú, ¡va a estar algo más que torpe cuando tenga que ir a subir allí!

-¿Y tú que sabes? A lo mejor me muero mañana y ya está. Ahora no es que esté hecho un chiquillo pero para llevarte hasta la entrada puede ehhh.

-Volvamos a lo de los bichos. ¿Qué más me puedo encontrar?

-Pues casi de todo, para que mentirte. Pero tómalo como una aventura. Tú por allí con la urna de las cenizas subiendo por la selva… Como el Fran de la jungla ese, que te encanta ver, pero de verdad, a lo bruto.

-Uffff. Bueno, segundo punto: Cuanto tiempo tengo para cumplir con tu estrambótica voluntad.

-Hombre, no tiene que ser de manera inmediata, pero tampoco es cuestión de que me tengas metida en un armario de la cocina cogiendo grasa y polvo demasiado tiempo.

-Vale, pues concreta.

-No sé, un tiempo prudencial. Ponme en los primeros puestos de tus prioridades para grandes viajes. Porque si me pones detrás de “conocer y recorrer Australia” y “recorrer la costa oeste de los USA” pues vaya usted a donde he ido a parar después de 25 años. Que entre limpieza general y limpieza general ya se sabe…

-Bueno y digo yo ¡¿Por qué coños tengo yo que apechugar con ese marrón?! ¿Por qué no lo hace Papá?

-Uffff que va, ya sabes cómo es. Primero es de ciudad y lo del monte, pues más bien poco. Luego hasta que se decida cómo va a llegar hasta allí. En coche, andando, a caballo, en helicóptero, en verano, en invierno…

-Eso es cierto. Mejor me encargo yo, porque sino las discusiones se van a oír en medio mundo.

-Por eso. Cómo os conozco, pues no es cuestión de encima, generar tensiones, ya sabes.

-¿Hola, que hacéis?

-Aquí, enseñándole a tu hijo lo de mi sepultura.

-¡Santo Dios, qué pesada con la mierda de las cenizas, coño!

-¡No, de pesada nada. Previsora! Que luego pasa lo que pasa y aquí se hace lo que os da la gana, con la disculpa de que yo no había dicho nada. ¡Que a tu hijo hay que hacerle un croquis de por dónde van a estar las culebras y demás bichos, para que vaya prevenido!

-¿Pero tú no dices siempre que cuando vas a Asturias te encuentras como en casa? ¿Qué manía te ha entrado con que tiremos tus cenizas allí arriba?

-Pues mira, tu cuñado encontró la solución. Me ha dicho que seguramente, en otra vida he sido una asturiana que llegó a esas tierras y acabó siendo jefa india y se lanzó al salto por un desengaño amoroso.

-¡¿Eso ha dicho mi cuñado?!

-Bueno eso exactamente no. Yo lo he adornado un poquito y le he dado un pequeño toque novelesco.

-Estáis fatal, en serio. Me voy a ver las noticias.

-Pues eso sí que tiene peligro, macho.

-A ver Madre, céntrate que te dispersas y luego me quedan cosas que no me aclaro. Las coordenadas, ya las tengo. Vale las guardo en el disco duro externo Nº2. En un archivo de texto, vale.

Tiempo. ¿Dos años máximo, te hace?

-Sí, me parece prudencial. ¡Ten mucho cuidado con engañarme y tirarme en el jardín! Que mira que salgo de la sepultura y te doy collejas hasta el día del juicio final ehhh.

-¡A ver! Si te hemos incinerado, porque es lo que quieres, ¡Cómo coños vas a salir de la sepultura! ¡Si estás en una urna en el salón, joder!

-Bueno me da lo mismo, te desencuaderno a gorrazos como me engañes. Además lo voy a publicar en el blog, así que tendrás mucha gente que pedirá pruebas del acontecimiento, te lo advierto.

-Vaaale, no te engaño. Ya ves que me lo tomo muy en serio. No como el cómodo de tu marido que pasa de todo y me deja los marrones a mí. Por cierto y no es por ser agorero. ¿Y si el tío no anda por allí cerca, qué coños hago?

-Pues creo cualquiera de tus primos podría ayudarte ó en su defecto pienso que Google maps y alquilar un caballo sería una buena alternativa.

-Yo no sé montar a caballo, madre.

-¿Cómo que no? ¡Diste equitación, yo te llevaba!

-Ya, pero lo único que hacíamos era dar vueltas dentro de un recinto y el monitor llevaba las riendas del caballo.

-¡Joder! Pues costaba una pasta, menudos chorizos. Claro, así me decías que no te gustaba.

¡Bueno, mira a ver cómo lo arreglas! A lo mejor para esa época ya hay carretera y todo. ¡Ánimo!

-En serio es que todo me lo dejáis a mí, leche. Luego mucho quejarse de que no recojo el lavavajillas. Bueno, me marcho que he quedado con la peña y tengo que aprovechar que mañana no curro.

-Venga cariño, no vengas tarde…

-¡¡Madre, Madre!! ¡¡¡Madre, Madre!!!

-¡¡¡Ahhhh!!! ¡¡Que pasa, que pasa!!

-Shhhh! No chilles! Que vas a despertar a Papá. Shhhh

-¿Que quieres y qué hora es?

-Es pronto, las tres y media. Oye, una cosa. ¿Cuándo llego allí arriba, abro la urna y tiro las cenizas en el agua ó prefieres que tire la urna cerrada así como una pelota? ¡No me mires así y contéstame!

-Dime que estoy soñando, porque si no te voy a arrear dos bofetadas como dos soles.

-Vale, pero primero contéstame.

-Pues creo que mejor la abres primero, tiras las cenizas y ya luego con la urna como si quieres tirar un penalti a lo Sergio Ramos, que quieres que te diga.

-Ok. Yo había pensado algo más en la línea Oliver y Benji que desde allí arriba debe molar un huevo.

-Os lo digo en serio, estáis fatal ehhhh.

-¿Ves? Ya has despertado a Papá.

-¡Vete a la mierda!