A veces tenemos la tendencia de aprovechar cada centímetro cuadrado de un cuaderno, de una presentación o de un cuaderno de ejercicios. Las razones pueden ser muchas, desde un enfoque estético discutible, hasta un planteamiento del tipo "así matamos menos árboles". Aunque lo segundo me podría llegar a convencer, más árboles matamos si esas hojas creadas no se aprovechan adecuadamente.
Si pedimos a diferentes niños que hagan una serie de ejercicios que aparecen en una página de un libro, su capacidad de ejecución dependerá de factores educativos (lo buenos o rápidos que sean resolviendo estos ejercicios), emocionales (cómo se encuentren en ese momento, lo nerviosos que estén), pero también contextuales. En este último caso, un parámetro comprobado por investigadores es cuántos ejercicios haya en esa página. Si hay 15, los niños no tendrán problemas para verlos adecuadamente. Sin embargo, si hay 40, algunos niños tendrán muchos más problemas. Esto me hace recordar los ejercicios de análisis matemático del "Kuratowski" en primero de carrera! Páginas y páginas llenas de integrales por todos lados... ahora podría haber tenido excusa ;)
En este artículo (en inglés :( ) expone cómo el espaciado y tipo de letra en los libros de texto y ejercicios pueden ser claves en la comprensión por parte de niños y adultos de conceptos básicos y avanzados. Hasta cierto punto, es parecido al esfuerzo que existe en la actualidad de mostrar gráficas cada vez más avanzadas que sean capaces de mostrar más cantidad de datos de manera más sencilla e intuitiva a los lectores.