Sin embargo, la tendencia, explica Cercós, es la de proteger también el entorno de estos bienes, máxime cuando está compuesto por valores arquitectónicos culturales y artísticos singulares. Es por ello, que se está elaborando una “propuesta de incoación de expediente de declaración de conjunto histórico de todos los edificios y la zona que rodean a los dos bienes de interés cultural de La Solana”. Unos documentos que se espera estén listos a finales de año. Pero para ello se está también a la expectativa del transcurso de las excavaciones arqueológicas que se están llevando a cabo en la Iglesia de Santa Catalina. Y es que hay que tener en cuenta que en La Solana existe una fuerte apuesta municipal por la recuperación y restauración del patrimonio que comenzó en el año 1996 con la rehabilitación de la iglesia de Santa Catalina, la Plaza Mayor y su entorno, algo que ha conseguido llamar la atención la Consejería de Cultura de la Junta de Comunidades de Castilla- La Mancha para poder trabajar en la obtención de la declaración de conjunto histórico. Así las cosas, fruto de este interés por la rehabilitación, el Ayuntamiento viene trabajando desde hace años en la recuperación de la iglesia de Santa Catalina, que data del primer cuarto del siglos XV, origen de los programas de restauración y de la apuesta por la conservación del patrimonio solanero.
Según el director de las obras de restauración, en la primera fase se trabajó en el exterior, la fachada y la cubierta para pasar a recuperara los hitos de la iglesia, como la torre del reloj o el chapitel de la torre del campanario, que se quemó durante la Guerra Civil y se reconstruyó en 1957 con una longitud mucho menor a la inicial. Sin embargo, es ahora cuando se están excavando los pies de la Iglesia después de que en los primeros trabajos se descubriera una puerta que daba acceso a una escalera de caracol que, según las crónicas históricas, pudiera ser “que estuviera vinculada a la fortaleza en la que había una pequeña capilla de los tiempos de Reconquista, es decir, que hubo una iglesia entre la inicial y al actual”, explica Cercós. Y esa laguna histórica que recogen las crónicas es la que se podría descubrir a partir de las excavaciones del sotocoro.
Por ello se ha ejecutado el desmontajes de un coro “que se construyó en la década de los 50 en un lenguaje neogótico con una pequeña calidad y materiales deleznables y que perjudica a la lectura de la nave principal de la iglesia.” Estas excavaciones, a cargo de la arqueóloga Cristina Lázaro, se extenderán hasta finales de junio y “tiene en vilo a los arqueólogos de la Junta porque ahora, con la crisis, hay muy pocas excavaciones en la provincia de Ciudad Real, y ésta es una de ellas”. Así, hasta la fecha se han encontrado tres elementos singulares. “Una cripta del siglo XVIII, una escalera de caracol y una muralla de cinco metros de longitud y dos metros de ancho construida a la manera medieval, con una hoja anterior, una exterior y un relleno”, apunta Cercós.
De esta forma, los trabajos culminarán en la creación de una especie de museo para que los ciudadanos puedan visitar la iglesia de Santa Catalina, conocer su historia y también la de la ciudad tal y como ya adelantara el alcalde de La Solana, Diego García-Abadillo. Y es que, como explica Cercós, La Solana “tiene muchas singularidades urbanísticas y una de ellas es que se ha dio vertebrando a partir de un territorio de fronteras en el que existen unos edificios defensivos que fueron creciendo y armando el tejido urbano de la ciudad”. Por lo tanto, se puede decir que “si hay algún testigo de todo lo que ha ocurrido en La Solana desde el principio, ese testigo es la iglesia de Santa Catalina”. Es por ello que la intención es crear un museo litúrgico en el que se recojan las piezas que se han salvado a través de la historia como cálices y ropajes que estaría situado en una de las capillas de la iglesia. Por otro lado, se crearía otro museo en la tribuna que se asoma a la plaza, marcada por la torre del reloj, “que nos alejaría del poder religioso para acercarnos al cabildo y al poder civil y donde se explicara cómo ha ido creciendo la ciudad, su desarrollo, la influencia de la iglesia y sus hitos en el desarrollo urbano de La Solana”, según Cercós.
Pero en La Solana todo el patrimonio y las infraestructuras están conectadas, “de nada nos sirve un centro histórico muerto, fantasma, sin vida”. Por esta razón son tan importantes las nuevas actuaciones que se están desarrollando en la localidad a través de la creación de una biblioteca, que ya está funcionando, y una casa de cultura, que esta en la segunda fase de las horas. Igualmente, el centro de tecnologías audiovisuales será otro de los nuevos elementos que habrá en La Solana que dotará de un cine de tres dimensiones, “donde antes había un cine y antes una bodega, en el que la gente se sentirá en un lugar único porque no hay en España otro cine igual”