Así como las malas noticias parecen multiplicarse cada día, también cada día más personas estamos despertando, adquiriendo un nuevo estado de consciencia. No somos simples peones en el juego de la vida. Pero no es un juego fácil, no se enseñan las reglas: se aprende a medida que se va desarrollando.
Como decía Eudomar Santos, “Como va viniendo, vamos viendo”, un personaje emblemático de: “Por estas calles”, telenovela venezolana transmitida en los 80.
Queremos que aparezca un manual de Instrucciones, cuanto más complicado mejor. ¿Por qué será que a veces preferimos lo complejo a lo simple?… será para después no cumplirlo porque es muy complejo… hay que echarle la “culpa” a alguien.
Es tiempo de mirar adentro y comenzar a descubrir que venimos con las instrucciones, sólo que no nos damos cuenta que ya las tenemos.
Buscamos gurúes y libros de autoayuda para luego echarles la culpa cuando nos fallen. Claro que podemos buscar ayuda para clarificarnos, pero tenemos que saber que lo que vivimos es producto de nuestra responsabilidad.
Salgamos de nuestra zona de confort
Una manera de crecer es poniéndonos incómodos. El manual que traemos sólo se activa cuando respondemos a los desafíos de la vida.
Porque todos llegamos a un cierto nivel de conveniencia, de conformarnos con poco, de acostumbrarnos a la mediocridad conocida y supuestamente segura. Como diría un amigo a quien tengo mucho tiempo sin ver: “de seguir cómodamente jodidos”.
Pero en algún momento, esa comodidad se vuelve incómoda y sabemos que tenemos que cambiar algo. Atrevernos a salir de esa área significa transformación. Y eso, aunque suene contradictorio, da miedo.
Y ¿qué es el miedo? Lo contrario al amor, que no reconocemos ni vemos. La desconfianza que nos invade cuando nos sentimos solos, desgraciados, perdidos…
Cuando sentimos miedo, nos olvidamos de nuestra naturaleza, hemos creado inconscientemente nuestros miedos, y también podemos conscientemente disolverlos.
Un error común es pensar que sólo la información hará el cambio que anhelamos. Pero el auténtico cambio se producirá cuando llevamos esa información a la práctica. Esto también da miedo. Tenemos que aprender a internalizar que el miedo es una gran mentira.
Cuando nos damos cuenta de que hacemos y pensamos lo mismo de siempre, tomemos una pausa y apliquemos una nueva actitud, una y otra vez hasta que se internalice.
A veces creemos que sólo pensando resolveremos todo. Y resulta que nos llenamos de pensamientos repetidos, jamás encontraremos la solución desde la razón.
Somos uno
Cuando estamos en silencio es cuando permitimos que aparezcan las soluciones.
Dios, los ángeles, guías espirituales, el universo nos muestran continuamente las soluciones a través de los hechos cotidianos. Lo que necesitamos saber, hacer, tener, está integrado a nuestro ser, está alrededor, sucede cada día.
No tenemos que ser de otra manera. Somos todo lo que necesitamos. Apreciemos nuestras cualidades. Nada de compararnos con las virtudes de otros. Cada quien lleva su propio proceso de vida, eso que vemos es reflejo de lo que sentimos. No seamos una versión de segunda de nadie sino la mejor versión de nosotros mismos, somos uno.
No hay nada que temer
Cuando cumplí 15 años mi papá me regaló una tarjeta (que aún conservo) con una dedicatoria muy oportuna para el tema de este post: “lo que tenemos, en comparación con lo que quisiéramos tener, nos parece pequeño. Pero muy pocas personas logran tenerlo todo. Amemos lo que Dios nos da y luchemos por lo que nos falta, sin desesperar”.
Cada día tenemos la oportunidad de dejar de enjuiciar, enojarnos, quejarnos, victimizarnos, deprimirnos. Cada día podemos sonreír, dar una palabra de aliento, modificar un pensamiento, cambiar una actitud, agradecer, cuidar nuestra salud, hacer silencio y escucharnos, sintonizarnos con la paz, la abundancia, la alegría y el amor que somos. Sin miedo, sintiéndonos seguros y pensando que todo estará bien.
El siguiente es un video que invita a la reflexión, cada día es un regalo.
Desde observar un hermoso atardecer, hasta escuchar una canción bellamente interpretada por Allan Phillips. Desde respirar hasta observar un excelente video realizado por Julio Martínez.