Suele denominarse depresión sonriente o irónica a aquella en la que, pese a existir los síntomas y signos objetivos de la depresión, en la cara del enfermo vaga una sonrisa mientras se refiere sarcásticamente a sí mismo y a su estado. No es un síndrome claramente delimitado, algunos lo identifican con la depresión enmascarada, otros inclusive con la resignación de quien ha tramado ya un plan suicida. Algunos autores han opinado que la depresión sonriente sería simplemente una variedad de la depresión exógena o neurótica: personas que a veces no tienen clara conciencia de hallarse deprimidas aunque de hecho lo están.
En ocasiones múltiples la persona parece imponerse no mostrar su sufrimiento, interpreta como un fracaso el estar deprimido y trata de menoscabar a toda costa su padecer; entonces se refugia consternado en la sonrisa: 'no es para tanto', 'en realidad están exagerando', 'yo estoy bien'.
Ya en el siglo XIX Duchenne describió en la sonrisa espontánea y natural la contracción de dos grupos musculares: los zigomáticos, que elevan las comisuras de la boca, y los orbiculares, que entrecierran los ojos. Se explica así la dificultad de imitar la sonrisa espontánea por la diferente inervación cortical de ambos grupos musculares: la de los zigomáticos es voluntaria y desde la vía piramidal, la de los orbiculares es fundamentalmente involuntaria e inconsciente y desde la región límbica del cíngulo.
Aquí pueden encontrar un interesante test para ver cuán eficaces somos en la tarea de distinguir una sonrisa real frente a una fingida: http://www.bbc.co.uk/science/humanbody/mind/surveys/smiles/
Y tengamos presente cuántas 'sonrisas' ante nosotros pueden hallarse húmedas de lágrimas.
Enlace:
- The Cross-Cultural Meaning of a Smile, en Retrospectacle.