La sosa cáustica es un material altamente corrosivo y peligroso en estado puro, y además es muy higroscópico. Al disolverla con el agua libera una gran cantidad de calor y la solución alcanza la temperatura de 80-90C por lo que es muy importante tomar precauciones cuando uno la manipula.
¿Como funciona la sosa cáustica en el jabón? Pues, al mezclarse con los ácidos grasos de los aceites (vegetales o animales), se produce la reacción química llamada saponificación, que es cuando las moléculas de hidróxido de sodio (base alcalina) y las moléculas de lípidos se convierten en el jabón y glicerina.
En resumen, la fórmula es la siguiente:ÁCIDOS GRASOS + SOLUCIÓN ALCALINA = JABÓN + GLICERINA
Mucha gente piensa que el jabón elaborado con sosa cáustica es peligroso para la piel. Esto NO es cierto si el jabón tiene la fórmula bien equilibrada y está curado (si, como el queso :) ) como mínimo 4 semanas después de su elaboración. Durante este tiempo los restos de sosa cáustica desaparecen y como resultado tenemos un jabón muy suave, que retiene su glicerina natural (producida durante el proceso de saponificación) y que ayuda a proteger y humedecer la piel. Esta glicerina se extrae de los jabones industriales para reutilizar en cremas, lociones u otros productos cosméticos. Es por eso la mayoría de los jabones de droguería resecan la piel.
Recuerdo un día cuando pasé por una tienda de estos jabones “naturales” y la dependienta (la pobre no sabía mucho de jabón natural) me explicaba el porqué su jabón es natural: porque no contiene sosa cáustica! Si, quizá aquellos jabones no la tuvieran, pero no era un jabón elaborado de una manera tradicional, sino un producto “jabonoso” elaborado a base de otros componentes.
Bueno, espero que esta pequeña explicación os haya aclarado las dudas que tuvierais acerca de la sosa y el jabón.Si queréis saber un poco más sobre la historia del jabón natural, pinchar AQUÍ.