La subordinación del arte

Por Marisol Marisol Fernández Recalde

El Estado busca subordinar al arte y lo pone a las órdenes de los intereses de la clase capitalista. El arte es un medio de comunicar emociones,  sensaciones, sentimientos, inseparables de la existencia humana.

El artista trabajaba para un cliente, el capitalismo transforma el arte a su conveniencia. Sus productos se lanzan a un mercado anónimo sujeto a las leyes de la competencia y del mercado.

El Romanticismo, con Blake, Goethe, Goya, Pushkin, Shelley, Turner reflejan los efectos brutales de la industrialización capitalista sobre el arte y las personas. Contra el “racionalismo” de la clase explotadora, el Romanticismo se inspira en la Edad Media, la Mitología y el arte tradicional. Políticamente adopta una forma retrógrada, reaccionaria, revolucionaria: Heine, Blake, Byron, Shelley. Estas ideas anticipan el Expresionismo, el Surrealismo, la teoría marxista y el Psicoanálisis.

El Capitalismo es antagónico con los intereses de la humanidad. Este antagonismo todavía no aparece cuando la burguesía está todavía comprometida contra el absolutismo feudal. El arte consciente de esto se dirige a la protesta contra la deshumanización de la sociedad capitalista.

Mediados del siglo XIX en Europa y América auge de racionalismo, positivismo e ideas materialistas en ciencia y filosofía. En las Artes el Realismo o Naturalismo. Coubert, Millet, Daumier.

Reacción en contra del arte clásico y sentimental subjetivo del Romanticismo. Para el capital todo lo que muestra la realidad es subversivo del orden establecido, debe ser rechazado.

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