La potenciación de la ayuda domiciliaria y especialmente de la teleasistencia, puede ser uno de los elementos claves ya que con ellos se retrasa la incorporación de las personas a residencias de la tercera edad. Las personas mayores o discapacitadas ganan en calidad de vida si permanecen en sus hogares. Los expertos indican que hay que retrasar el ingreso en residencias el mayor tiempo posible y la administración pública es partidaria de esta medida que es más económica para el presupuesto de bienestar social.
El objetivo de muchas administraciones es lograr un servicio de ayuda a domicilio y de teleasistencia de gran calidad, con nuevas y mejores prestaciones para sus usuarios. Con esta nueva política, el hogar de la persona de avanzada edad debe convertirse en el centro de atención, que es donde estas personas quieren estar y es posible dar un servicio con continuidad.
La teleasistencia será clave en este proceso con la llegada de la innovación y de la teleasistencia avanzada. Ya es posible contar con nuevas prestaciones como la instalación en el hogar de sensores de caídas, de incendios, de fugas de agua, de apertura de ventanas que avisen de inmediato a los familiares o a los servicios de emergencia y que dan seguridad y tranquilidad a los usuarios del sistema.