Según se estima, el 30% de médicos en Latinoamérica son especialistas mientras que el resto atiende casos generales, y todos estos profesionales se concentran en grandes ciudades, por lo que la atención de pacientes es limitada y es imposible acceder a poblaciones alejadas de los grandes núcleos poblacionales.
La dificultad de muchas poblaciones en poder consultar a un médico especialista son problemas de vida o muerte para muchos pacientes y por este motivo, en varios países se están desarrollando proyectos de telemedicina.
Por ejemplo en Chile desde el 2012 se estableció una red de telemedicina que optimice el trabajo de médicos especialistas, que escasean en el servicio público y en regiones.
Se crearon distintos centros donde radiólogos, cardiólogos y dermatólogos atienden a pacientes en zonas lejanas como Isla de Pascua o Magallanes, en el sur de Chile.
Actualmente, 81 de los 104 hospitales de baja complejidad que existen en el país cuentan con esta tecnología, además de 32 hospitales de alta complejidad conectados y ya se han realizado 100 mil informes de radiografías o escáneres por vía remota.
Y no sólo en Chile, sino que ya existen diferentes proyectos globales de telemedicina en otros países como Argentina, Uruguay o Colombia entre otros que cuenta con el apoyo tecnológico de grandes empresas del sector como Telefónica, Cisco o Grupo Neat.
Por otra parte, la tecnología y la experiencia de la teleasistencia española cada vez está llegando a más países en Latinoamérica. Tras dar el salto a países como Chile o Uruguay, ahora es en Brasil, país que tiene unos quince millones de ancianos y muchos de ellos viven solos.