Por ejemplo en la Comunidad Valenciana lleva funcionando desde el año pasado el programa piloto de telemedicina Valcrónic, que permite a los pacientes, gracias a la telemonitorización, medirse diariamente sus índices de glucosa y presión arterial y enviarlos al médico de cabecera.
Este tipo de experiencias piloto se están desarrollando con gran éxito en varias comunidades autónomas. El principal objetivo de estos programas es mejorar la calidad de vida del paciente y, de paso, ahorra costes al sistema sanitario y reducir la saturación de los hospitales, una saturación que se prevé que irá en aumento ante la mejora de la esperanza de vida.
Siempre hay que recordar que la telemedicina actualmente se considera un complemento a la visita presencial al centro de salud o al hospital y busca acortar los plazos de espera para recibir diagnósticos y detectar precozmente posibles patologías mediante una vigilancia diaria del paciente.
En España hay que destacar las iniciativas desarrolladas por el País Vasco con el programa Paciente Activo, que pretende que los pacientes estén formados en tecnología y sobre su enfermedad.
En Galicia, en el que la dispersión de sus habitantes hace idónea a la telemedicina, ha implantado, de momento, la receta electrónica que ha rebajado sensiblemente el número de visitas al centro de salud. Otras comunidades autónomas con programas son Andalucía o las Islas Canarias, entre otras.