Sin olvidar el importante aumento en la calidad de vida del paciente al disminuir considerablemente el número de trayectos que el paciente debe realizar al hospital de referencia.
Y es en el caso de poblaciones peor comunicadas o con una orografía complicada cuando la reducción de visitas al hospital se convierte en una de las principales funciones de la telemedicina.
Por ejemplo, el Hospital General de La Palma, aunque sólo está a unos 15 kilómetros de Santa Cruz, la capital de la isla, cuenta con un acceso complicado y no cuenta con especialistas en todos los campos y muchos pacientes deben ser atendidos en Tenerife.
La Palma, con unos 85.400 habitantes, representa el 4% de la población canaria y sin embargo, el Cabildo se gasta alrededor de un millón de euros al año en billetes y dietas para que los palmeños se desplazaran hasta La Laguna.
Mediante la telemedicina y por ejemplo, con la instalación de terminales de telemonitorización en los centros de salud que puedan ser consultados por los especialistas desde el hospital de referencia se reduciría de forma muy importante esta factura.
La telemedicina permite actualmente un ahorro entre 10 y 12 viajes semanales ya que actualmente se está desarrollando un programa de telemedicina en el Hospital General de La Palma que permite al especialista médico en Tenerife acceder a los resultados en tiempo real.