Según los resultados del estudio se confirma que el control remoto de la enfermedad mejora la calidad asistencial y la calidad de vida de los pacientes. En el estudio han participado 200 pacientes (100 telemonitorizados y 100 como grupo de control) con el resultado de que el seguimiento remoto del paciente permite reducir la mortalidad en un 34%, reduce la descompensación por insuficiencia cardíaca en un 77% y los reingresos hospitalarios en un 43%.
En la actualidad, aproximadamente un tercio de la población española padece una enfermedad crónica lo que representa casi el 80% del gasto sanitario español. Las enfermedades crónicas representan el 50% de las hospitalizaciones y tienen una tasa muy elevada de reingresos de forma periódica.
Concretamente, la insuficiencia cardiaca es una de las patologías crónicas más costosas y letales del sistema de salud, ya que ocupan hasta el 10% de las camas hospitalarias y suponen el 5% de los ingresos hospitalarios de urgencia, generando un 2% del gasto sanitario nacional.
El seguimiento remoto de la enfermedad mediante terminales de telemedicina, ya bien instalados en los hogares de los pacientes o en centros residenciales o de salud, permite la atención remota especializada, la telemonitorización y evita los ingresos hospitalarios innecesarios con el ahorro en el gasto sanitario que esto supone.