Me encontraba sustituyendo en una ciudad francesa por vez primera, apreciando que el tipo de medicina que se hace allí es más integral, en principio y sobre todo por disponer de más tiempo por consulta, un estilo de medicina volcado en el seguimiento y la prevención...-. Es habitual la exploración del paciente (siempre) y el seguimiento de algunas de sus constantes, como la Tensión Arterial (siempre también y en distintas tomas).-. También habitual el peso, la talla, el seguimiento de la evolución de su IMC así como de otros factores de riesgo cardiovascular.-. El interesarse, como auténtico componente nuclear del sistema, de todas y cada una de las visitas periódicas, recientes y pendientes, a las diferentes pruebas complementarias y/o especialistas que interesan a la enfermedad del paciente.
La primera recogida de la Tensión Arterial de aquella paciente no había arrojado resultados muy agradables: 170/100, por lo que opté por volver a tomársela una segunda vez, aunque no contribuyese definitivamente a mejorar los resultados.
-. Tenemos que hacer un seguimiento de su Tensión Arterial durante las próximas semanas, es necesario descartar una posible Hipertensión Arterial.-. ¡Pues a mí estas cosas no me pasan con mi médico!
La paciente acababa de colgarme el Sambenito de protagonizar un Síndrome de la Bata Blanca específico y personal, y puede que no estuviese totalmente exenta de razón: tal y como he podido comprobar a lo largo de mi vida profesional, el cambio de médico puede constituir un factor de nerviosismo y estrés suficiente, en algunos casos, como para incrementar la TA, fundamentalmente la Sistólica.
Aun así y lógicamente, insistí acerca de la necesidad de interesarse por este tema, sin abandonarlo, a lo largo de las siguientes semanas.