Un estudio a gran escala
realizado en Corea muestra que las mujeres que recibieron Terapia Hormonal (TH)
tenían una prevalencia significativamente menor de artrosis sintomática de
rodilla en comparación con las mujeres que no tomaron hormonas. Debido a que el
estrógeno tiene un efecto antiinflamatorio en altas concentraciones, se ha
planteado la hipótesis de que los cambios hormonales en las mujeres,
especialmente la disminución de los niveles de estrógeno, pueden conducir a un
aumento de la osteoartritis después de la menopausia. Los tratamientos más
comunes para la osteoartritis de rodilla incluyen cirugía o medicamentos
antiinflamatorios no esteroideos, los cuales están asociados con riesgos tales
como complicaciones quirúrgicas o trastornos gastrointestinales. Este estudio
tomo como base datos de casi 4,800 mujeres posmenopáusicas, y llegó a la
conclusión de que la prevalencia de osteoartritis de rodilla fue
significativamente menor en los participantes que usaban TH que en aquellos que
no tomaban hormonas. Los autores notaron, sin embargo, que se justifica una
investigación adicional para ajustarse a otras variables como la edad y el
índice de masa corporal. Los resultados del estudio se publican hoy en la
revista Menopause.