Es una enfermedad causada por
estadíos larvarios del nemátodo de Toxocara canis y Toxocara cati que tiene
como hospedero definitivo el intestino de perros y gatos, siendo otros de sus
hospederos paraténicos el hombre, y algunos otros mamíferos. Esta enfermedad se da en todo el mundo y su seroprevalencia en América Latina
oscila entre 1,8 y 66 % y varía en los países, en Perú se aproxima al 32% de
prevalencia, mientras que en Venezuela llega al 66%. La Toxocariasis humana se
adquiere con la ingesta de huevos embrionados del parásito desde el suelo,
larvas presentes en vegetales o en carne cruda. En el
humano no se completa el ciclo vital del nemátodo, después de la ingesta, las
larvas infecciosas eclosionan del huevo, el estadio inmaduro de la larva
permanece en el humano por prolongados periodos de tiempo en el que se disemina
causando daños en los diferentes tejidos. Clínicamente se pueden distinguir tres formas de
presentación de la enfermedad: el síndrome de Larva Migrans Visceral, definido
por un compromiso de órganos como el hígado, pulmón, piel, sistema nervioso,
musculoesquelético, riñón y corazón; el síndrome de Larva Migrans Ocular,(OLM)
caracterizado por una afección al ojo y a los nervios ópticos y la Toxocariasis
inaparente o encubierta, forma más leve, que comprende un espectro clínico que
va desde una infección casi asintomática hasta la migración de larvas a órganos
blanco específicos. Actualmente se han desarrollado técnicas moleculares más
precisas para el diagnóstico, que implican el uso de ADN, pruebas serológicas
para la detección de anticuerpos específicos mediante ensayos inmunoabsorbentes
ligados a enzimas (ELISA) aumentando la sensibilidad y especificidad
diagnóstica, teniendo también menos reacciones cruzadas, así como proteínas
recombinantes para medir anticuerpos recombinantes específicos de Toxocar. El
tratamiento estándar para el toxocariasis es un curso de cinco días del
albendazol. Esto se complementa a veces con los corticosteroides para suprimir
la reacción alérgica a los ascárides. Para OLM, la cirugía, los esteroides, y
la quimioterapia (antiparásito) antelmíntica son los métodos de tratamiento
preferidos.