La tendencia política con respecto a los servicios públicos que maneja el Partido Popular se basa en la externalización de servicios. Aplicada a la educación significa una potenciación de los centros concertados y privados en detrimentos de los públicos, aplicada a la sanidad supone lo mismo. ¿Esto beneficia a la ciudadanía? ¿se han evaluado las actuaciones llevadas a cabo hasta el momento?
Recuerdo que mi abuela me decía que "nadie da duros a cuatro pesetas", un argumento demoledor que ahora parece que quieren que olvidemos. A modo de ejemplo pongo el de los servicios de lavandería del SESCAM, Servicio Sanitario de Castilla la Mancha que una empresa externa gestiona con los resultados que las imágenes ilustran.
En cuanto a servicios méramente clínicos nos encontraremos con empresas privadas que invierten menos en recursos humanos (sueldos más bajos, más precariedad, condiciones peores) y en otros gastos para ofrecer un servicio económicamente competitivo. La administración acepta el duro a cuatro pesetas, siendo el paciente en este caso el que notará la diferencia.
Reducir el número de horas de limpieza de los centros de salud de Madrid está haciendo que estén mas sucios. Reducir el número de suplencias de profesionales sanitarios está haciendo que las listas de espera aumenten y los servicios estén más sobrecargados. Tratar de externalizar hospitales y centros de salud está haciendo que todos los profesionales del sistema sanitario y la sociedad salgan a la calle.
¿Se pueden gestionar mejor las cosas? probablemente sí. No será fácil al ser imprescindible el diálogo y la escucha del que piensa diferente y nos obligue a trabajar en equipo y a definir entre todos un orden de prioridades. Mientras no se haga así seguiremos haciendo jirones la sanidad que construyeron nuestros padres y abuelos.