La triste realidad que descubrió la tragedia del Robert Read Cabral

Por Vmrawlins @VMRAWLINS

Area remozada de emergencia del hospital materno infantil
Robert Read Cabrar 

La muerte prematura de los 11 niños en el, recientemente remozado Hospital Materno – Infantil Robert Read Cabral, ha despertado una oleada de indignación a nivel nacional. El propio presidente de la Republica manifestó tu sorpresa (¡¿sorpresa?!) ante el lamentable hecho. La vice – presidente, en comentarios que más que consoladores sonaron a propaganda, manifestó que si hubiera sido ella “se hubiese resulto la situación” (¡¿?!). Como se siempre se están buscando los culpables. Y pienso que, como siempre, la soga se cortara por el lado más delgado. Pero esta situación, que no ha sido la única en su naturaleza, ha descubierto una realidad que muchos, quizás no teníamos en cuenta: la indolencia estatal para invertir en la salud. No me refiero necesariamente a este gobierno, que mucho ha hecho con lo poco que encontró; sino a los gobiernos a partir de Hipolito Mejía y pasando por el del esposo de la dama que ostenta actualmente el cargo de vicepresidenta. ¿Qué hicieron por el hospital materno infantil? ¿Qué hicieron por la situación de los hospitales y clínicas rurales de Republica Dominicana? Para ejemplo una mención: el Hospital Regional Dr. Antonio Musa. Los médicos que trabajan en ese centro son héroes… (Muchos de los pacientes y sus familiares también). Para ser un centro hospitalario regional carece gravemente de los materiales básicos. ¡Esa cara seguro no es primera noticia en nuestros periódicos!
El momento no es solo buscar responsables, sino soluciones. Esta es una lamentable señal de que el Gobierno, que está basando su propaganda en la inversión en la educación, debe también nivelar eso con la salud. No valen de nada escuelas hermosas sin niños que las pueblen. La mortandad infantil, querido presidente, debe ser el próximo enemigo a enfrentar. El Plan “Quisqueya aprende contigo”, que buenos frutos ha dado, debe tener un hermano bautizado “Quisqueya se sana contigo”. El cómo esta tragedia, en un centro hospitalario que se le embelleció la cara, haya ocurrido refleja una tendencia común en nuestro país: estructuras bellas para las cámaras, pero gestión pobre para los del común. A mí lo que más me llama la atención, y si fuera detective, seria investigar porque ocurre los fines de semana. El área de neonato debe ser la más cuidada a nuestro entender. ¿Dónde están los médicos y enfermeras de la misma?
Enfatizábamos que no eran las primeras muertes los fines de semana según lo publicado por varios medios del país. ¿Por qué ahora esta situación causo el revuelo? ¿Por qué ocurrió luego de una reinauguración de la fachada? ¿Por qué, según algunos ‘conspiranoicos’ es una bomba de humo para distraer la atención del proceso al todopoderoso Félix Bautista? ¿Por qué es una oportunidad para ponerle clavos a la proyección cuasi reeleccionista del presidente Medina? Quién sabe. Si es alguna de las anteriores; malditos sean quienes aprovechen la tragedia para sus fines mezquinos. Lo que sí se sabe es que 11 dominicanos que pudieron dar lo mejor de sí al país murieron. 11 inocentes que se sumaron a la lista de caídos en el centro (y no sabemos en los demás hospitales) ¡Por negligencia de las autoridades del Estado, el Congreso, los médicos, el CMD y nosotros la población común que no nos empoderamos para que nos respeten!
¡Que no ocurra de nuevo! Nota final: Cuadros estadísticos donde se pueden comparar las muertes los fines de semana en el centro hospitalario del Estado