La Tuberculosis y el Cáncer de Mama están Vinculados

Por Jesus Gutierrez @saludymedicina

Esto podría ser un cambio de paradigma en la forma en que la gente piensa acerca de la tuberculosis que tiene implicaciones reales y pragmáticas sobre cómo tratar esta enfermedad.

Un estudio de Stanford Medicine encontró que las lesiones llamadas granulomas en los pulmones de las personas con infecciones activas de tuberculosis están repletas de proteínas que se sabe reducen la respuesta inmunitaria del cuerpo a las células cancerosas o la infección. Algunos tipos de medicamentos contra el cáncer se dirigen a estas proteínas inmunosupresoras. Debido a que estos medicamentos se usan ampliamente en pacientes con cáncer , los investigadores esperan que los ensayos clínicos puedan iniciarse rápidamente para probar si pueden combatir la infección de tuberculosis.

Utilizando una técnica de imagen llamada imagen de haz de iones multiplexado por tiempo de vuelo (MIBI-TOF)identificaron el tipo y la ubicación de las células inmunes y cancerosas en tumores de personas con cáncer de mama triple negativo, información que se puede usar para aprender más sobre la biología y la progresión de estos cánceres. Los investigadores utilizaron MIBI-TOF para mapear la ubicación de proteínas inmunosupresoras, las mismas que se encuentran en personas con cáncer de mama triple negativo, en granulomas en pulmón y otros tejidos de personas con TB activa. Los investigadores observaron altos niveles de dos proteínas, PD-L1 e IDO1, que pueden suprimir la respuesta inmunitaria al cáncer y, a menudo, se encuentran en el tejido tumoral. Estas proteínas son el objetivo de los medicamentos contra el cáncer aprobados.

Cuando los investigadores estudiaron muestras de sangre recolectadas de más de 1500 personas infectadas con TB, encontraron que los niveles de PD-L1 se correlacionaban con los síntomas clínicos. Los pacientes con infección latente o asintomática tenían niveles más bajos de PD-L1 en la sangre y tenían menos probabilidades de progresar a una infección activa que aquellos con niveles más altos de PD-L1. Por el contrario, los pacientes con infección activa que se consideraron curados después del tratamiento experimentaron disminuciones significativas en sus niveles de PD-L1 en sangre en comparación con los que no se curaron.

Los investigadores encontraron que un tipo de célula inmune en los granulomas llamados macrófagos secretan altos niveles de PD-L1 e IDO1, así como una proteína llamada TGF-beta que también modula la respuesta inmune. Además, encontraron evidencia que sugiere que estos macrófagos están impidiendo que otro tipo de célula inmune, la célula T, se active para combatir la infección. Los investigadores se están concentrando en las vías moleculares involucradas en esta respuesta inmune para comprender mejor cómo podrían reprogramarse para ayudar al cuerpo a erradicar la bacteria de la tuberculosis.

El estudio se publicó en la revista Nature Immunology.