La Unión Europea adoptó este martes formalmente la normativa sobre trasplantes inspirada en el modelo español con la que se quiere facilitar el intercambio de órganos, mejorar la seguridad y evitar los riesgos potenciales para los receptores. Además, pretende luchar contra el tráfico y aumentar el número de órganos disponibles para reducir las listas de espera.
Para garantizar un adecuado nivel de protección a los pacientes, la directiva obligará a los Estados miembros a nombrar una autoridad nacional competente encargada de aplicar lo dispuesto en la normativa comunitaria, así como a crear un sistema de autorización de programas para que la obtención y el trasplante de órganos se base en criterios comunes de calidad y seguridad.
Este sistema permitirá, tanto al público en general como a los profesionales de la salud, disponer de una lista completa de los centros de trasplantes autorizados en toda la UE. Asimismo, se tendrán que aplicar protocolos de calidad y seguridad para garantizar un adecuado seguimiento de las actividades relacionadas con los trasplantes.
La aprobación de la directiva, adoptada sin discusión por el Consejo de Ministros de Agricultura que se celebra en Luxemburgo, había recibido ya el visto bueno del Parlamento Europeo el pasado mayo, donde fue defendida por la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez.
Jiménez apostó entonces por armonizar los criterios sobre los trasplantes en toda la UE y puso de relieve su importancia para reducir las listas de espera porque, a pesar del incremento en la donación registrado durante los últimos años, se calcula que hay actualmente 56.000 pacientes en la UE pendientes de recibir un órgano adecuado, y que muchos fallecen sin haberlo recibido.
En el conjunto de la UE existen 18 donantes por cada millón de habitantes pero si esta cifra aumentara hasta los 34 donantes por millón que tiene España o los más de 30 de Portugal se salvarían 20.000 vidas más al año y se podrían librar de la diálisis otras 2.000 personas.