National Gallery de Londres. Sandro Boticelli (1445-1510)
Pintado alrededor de 1483, es una de las obras más importantes de Sandro Boticelli, pintor renacentista por excelencia. La obra tiene detalles preciosos, pero si hay uno que a mí me llamó la atención sobre otros fue el precioso broche que lleva Venus en su provocativo escote: Un total de ocho perlas o piedras de color claro con un rubí central. Una sencilla y atemporal pieza que hemos traído hasta nuestra colección de joyas históricas este mes, directamente desde un pequeño taller florentino. Muy probablemente la formación de Boticelli como orfebre hizo que prestara especial interés en los detalles de joyería de sus cuadros.
Por su tamaño y forma, esta obra mide 173×69, parece que pudiera haber sido pintado como una “spalliera” o cabecero para una cama, y muy probablemente para celebrar algún enlace matrimonial.
Sus protagonistas: dos de los dioses mitológicos por excelencia. Venus, diosa de la belleza y el amor, y Marte, dios de la guerra. Venus, vestida de blanco puro y con un diseño típicamente florentino, y Marte, semidesnudo duerme rendido a sus pies, mientras unos traviesos sátiros juegan con sus armas y su casco. Podríamos pensar que representa el triunfo del amor frente al odio y la guerra.
Se cree que pudo ser un regalo de boda encargado por la familia de los Médici. Pero también hay un detalle a tener en cuenta en la parte alta de la obra, donde encontramos dibujadas varias avispas, símbolo de la familia Vespucci. No he podido confirmar quién encargó la citada obra a Boticelli
Lo que sí he podido verificar es que la figura de Venus no es otra que la musa de Boticelli: una joven y bellísima dama de la corte de los Médici llamada Simonetta Vespucci, una joven que se convertiría en un icono de su época. Simonetta Cattaneo di Candia, era una joven y bellísima genovesa casada con un rico comerciante llamado Marco Vespucci. Los Vespucci eran grandes amigos y aliados de los Médici.
Parece que Marco Vespucci era vecino de Boticelli en esos años, y el matrimonio era muy conocido en la época gracias a su poder, pero sobre todo por la belleza de Simonetta. La joven moriría con apenas 23 años víctima de la tuberculosis, pero todas las obras que dejó el artista de ella nos han servido para conocer su belleza, seguramente bastante idealizada por el artista renacentista.
Yo, la verdad, no puedo imaginar sensación más alucinante que yacer con la persona amada con esta obra de la pintura renacentista de cabecero… No sé por qué, pero me imagino una pareja de jóvenes enamorados recién casados disfrutando de semejante maravilla.
La obra es un símbolo de armonía y felicidad, podrías pasar horas mirándolo. Creo que todos quedamos un poco hipnotizados por la belleza de sus figuras y lo bucólico de la escena.
Bibliografia: