La vida con un trasplante renal

Por Fat
Uno de los mayores logros de la medicina actual es que la vida de un trasplantado renal no sea muy diferente a la de la población general de la misma edad una vez recuperada la función renal, a pesar de que deba tomar medicación permanente. Sin embargo, señala el Dr. Arias, "la edad media de los pacientes trasplantados es alta y muy frecuentemente, cuando llegan al trasplante, presentan comoborbilidades: hipertensión arterial, arteriosclerosis, enfermedades articulares, etc., que a veces necesitan tratamiento y limitan su calidad de vida más que el trasplante en sí mismo".
María Jesún Rollán, presidenta de SEDEN, también hace hincapié en la importancia de que el paciente cuente con buena información y pueda prevenirse la enfermedad, y recuerda que el trasplante es un buen tratamiento, pero que durante las primeras semanas tras la intervención, los pacientes han de llevar una vida ordenada y relajada.
Según Rollán, "una vez que el paciente abandona la unidad de trasplante renal se inicia una de las fases más complicada de todo el proceso: la vuelta a la normalidad y con ella la adaptación a la vida cotidiana. Fuera del hospital, el paciente deja de estar bajo el control de la enfermería y el personal sanitario y pasa a ser responsable absoluto de su riñón. El alta representa el final de un largo padecimiento y el comienzo de una nueva vida".
Desde la experiencia del propio paciente, Alejandro Toledo, presidente de ALCER, considera que "la mejor opción es prevenir esta enfermedad para no llegar a necesitar nunca un tratamiento renal sustitutivo ya que se trata de terapias muy agresivas como el trasplante o la diálisis y además mejora su esperanza de vida".
La principal ventaja del trasplante renal, explica Toledo, es la mejora sustancial en la calidad de vida, ya que evita "depender de un tratamiento que se debe seguir a diario en su domicilio o varios días a la semana en un centro sanitario".
En relación con todo ello, la SEN está llevando a cabo tres destacados estudios: El Estudio NEFRONA, que estudia la relación entre las enfermedades renales (del estado 2 al 5) y factores como la arteriosclerosis; el PROGRESER, que estudia la influencia de la presión arterial mal controlada, el azúcar o el colesterol en el progreso de las ECR; y el EMITRAL, cuyo objetivo es observar las calcificaciones vasculares y lesiones relacionadas en pacientes trasplantados.
SEN
La Sociedad Española de Nefrología es una Sociedad Científica de más de 30 años de antigüedad cuyos objetivos son promover y divulgar los avances científicos y clínicos en el ámbito de su especialidad, que incluye campos tan diversos como la hipertensión, las enfermedades renales, la progresión de la insuficiencia renal, o el tratamiento sustitutivo renal mediante diálisis (hemodiálisis o diálisis peritoneal) o trasplante renal cuando la función renal no permite la supervivencia del paciente. Asimismo, promueve la investigación de las complicaciones extrarrenales derivadas de la enfermedad renal (anemia, alteraciones óseas, complicaciones cardiovasculares, etc.). En la actualidad tiene más de 1.700 socios entre nefrólogos clínicos e investigadores sobre temas relacionados con la especialidad.