La vocación

Por Pedro Goni @pereorienta

                Recuerdo una anécdota que contaban mis padres. -En el bautizo de una niña, un mozalbete se le acercó al padre de la criatura y le dijo. -Prepara el ajuar, porque un día yo, me casaré con tu hija. Lo trataron de loco y desvergonzado pero, pasaron los años y así fue, tuvieron un matrimonio largo y feliz.

   Hay personas, que nacen bailarines, cineastas, albañiles, mecánicos... Que desde pequeños tienen clara su vocación, han seguido su camino y están desarrollando la profesión elegida. Siempre les he tenido una profunda envidia, porque mi historia ha sido todo lo  contrario. Nunca he sabido a que dedicar el resto de mi vida, y aún estoy en esas...
                Solamente he descubierto ciertas directrices bastante ambiguas que parecen ser un constante a lo largo de mi vida laboral. Si a alguien le sirven de algo, estupendo...
   -Actitud positiva hacia el aprendizaje, aprender de todo y de todos en todo momento y en todo lugar. Intentar generalizar y simplificar conceptos para utilizarlos en otros ámbitos. Buscador de preguntas y respuestas, de sentido, de conocimiento tanto del ser humano, de sus artificios, como de la naturaleza. Practicidad.  Aún recuerdo teniendo catorce años, la cara que puso mi padre, y mi satisfacción, al descolgar el espejo del cuarto de baño a oscuras y reflejar la luz para que él pudiera arreglar un enchufe.    -Manejo del refuerzo, auto-motivación. Siempre buscar el aspecto positivo al realizar un trabajo. Buscar ficciones necesarias para conseguir un objetivo, aunque solamente sirvan para ese momento y lugar. Vacaciones de verano, calor extremo, peón de albañil, pico y pala, "sacando los cimientos" en una cantera de grava blanca, un infierno como cualquier otro. La hombria y la forma física como argumentos... A los 16 años está permitido.    -Sensible a la presión social, entorno-dependiente. Una de las motivaciones más importante es quedar bien con los demás, ayudarles a conseguir sus metas y demostrar que sabes hacer las cosas al mismo tiempo. La cara y la cruz de una misma moneda. Orgullo profesional. Tal vez sea porque me crié en un pueblo pequeño y allí la reputación y la palabra son muy importantes. Si algo no quieres que se sepa, ni lo pienses...    En definitiva intentar aprender a disfrutar de lo que se hace. Y recordad es más fuerte la costumbre, que el amor. El amor es un invento de las películas americanas de los años cincuenta, pero que vende muy bien. Igual que construimos nuestro amor, debemos construir nuestra vocación.
Si no: ¿Porque resulta, que nuestra media naranja, casi siempre se sienta en el pupitre de al lado?