Por extraño que parezca al niño el olor y el sabor del ajo incitan al niño a consumir más leche.
Este interesante hallazgo fue producto de un estudio realizado en el centro Monnel de Sensaciones Químicas, de Filadelfia.
Para someter a prueba la teoría, los investigadores, administraron a la mitad de un grupo de madres lactantes una cápsula de ajo y a la otra mitad una píldora inactiva.
Los estudios se confirmaron la presencia de ajo en la leche por el olor de las muestras.
A los bebés les agradó, permanecieron más tiempo pegados al pezón, succionaron más y demostraron mayor preferencia por la leche cuando sentían el olor a ajo. Recomiendo leer el articulo (la cafeina y las enfermedades benignas del seno)
Una forma de desestimular el apetito del bebé es consumiendo un poco de alcohol antes de amamantar. Este hallazgo contradice la creencia popular de que un poco de cerveza, vino o licor fuerte antes de amamantar aumenta la producción de leche y mejora el apetito del lactante.