El perro es, sin duda, el mejor amigo del hombre. No existe compañía más leal, ni guardián tan feroz y desinteresado como el perro. Con sus herramientas para tallar madera, gubias, aerógrafos, pinceles y barnices, el escultor Tim Racer les ha querido rendir homenaje con verdaderas obras de arte en madera.
Imitando el estilo de los carruseles del siglo XIX, se ha establecido a sí mismo como el máximo exponente la escultura canina y ya se le conoce en el mundo entero. Sus fieles canes son verdaderas obras de arte en madera, puesto que son retratos en tres dimensiones de mascotas reales que representan la alegría y la bondad de estos animales.
(image)
El artista Tim Racer estudió para ser ilustrador, pero no conseguía encontrar un trabajo estable. «Decidí hacerme voluntario en un centro de aves de presa. La instructora de las clases preparatorias era especialista en restauración de figuras de tiovivos» explica al preguntarle sobre sus primeros pasos en las tallas de madera. Después de trabajar para ella durante siete años, sintió que podía diseñar él mismo los animales en lugar de limitarse a restaurar piezas antiguas.
La idea estaba clara. «Tallé a mi perra Sally y la presenté a una conferencia», resume. Nadie había tallado un pit bull para un carrusel hasta entonces, y la acogida del diseño causó sensación en el congreso. Tim atrajo la atención de una importante coleccionista, que le encargó una talla en madera del perro de su hija. Así se plantó la semilla del éxito. Desde entonces lleva 25 años dedicándose al arte.
(image)
¿Cómo hacer retratos de perros en madera? Para trabajar, Racer necesita reunirse con los dueños y sus mascotas para captar así la personalidad del animal, que luego intentará reflejar en la escultura. Además, saca aproximadamente 150 fotografías de cada mascota para poder representarla desde todos los ángulos. «Solamente he hecho dos esculturas sin conocer a los perros, y es porque han muerto antes de que pudiera verlos», se lamenta. Su trabajo ha conseguido un éxito rotundo y su lista de espera es larga.
Tim siempre se ha rodeado de animales, y ellos son sus modelos favoritos. Ya sea un pequeño chihuahua, un musculoso pit bull o un colosal gran danés, Tim utiliza sus gubias y aerógrafos para reflejar con sus tallas de madera lo que cada perro le transmite. Podéis estar al día del avance de sus proyectos en su página de Facebook.
(image)
Su conocimiento de la madera le ha dado las habilidades necesarias para restaurar viejas obras y dedicarse a su verdadera pasión: tallar. Primero los diseña en papel, y después plasma sus ilustraciones en madera. La energía y el carácter de estos perros queda congelado en el tiempo a través del trabajo de artesano de Racer.
Aunque las figuras de este tallista contemporáneo están pensadas como monturas de tiovivo, la gran mayoría jamás pisan una feria ni son cabalgadas por niños. Quienes las encargan las colocan en sus casas, puesto que para ellos son verdaderas obras de arte y un retrato inmejorable de sus mascotas. Un recuerdo del fuerte vínculo entre el perro y su amo. Cuando los animales fallecen, la figura queda allí como un recuerdo.
(image)
Cuenta la leyenda que cuando Miguel Ángel terminó de esculpir su Moisés, le golpeó con un martillo y le gritó: ‘¡Habla!’ Salvando las distancias, los perros de Racer parecen tan reales que podríamos pedirles que ladraran. O por lo menos que nos dieran la patita.
(image)
(image) (image) (image) (image) (image) (image) (image) (image) (image) (image) (image) (image) (image) (image) (image)