Lamentablemente, nadie está libre del estrés

Por Grupo Book

Lamentablemente, nadie está libre del estrés: no discrimina género, raza, posición socieconómica, religión, intereses personales y por supuesto, tampoco edad. Las preocupaciones por la búsqueda de empleo y la presión laboral en los adultos tiene su par cuando hablamos del estrés escolar en los niños.

Todos fuimos niños alguna vez y recordamos aquellas lejanas épocas en las que llorábamos cuando teníamos que dejar nuestros juguetes para hacer la imposible tarea de matemáticas. Ni que hablar cuando, un poquito más grandes, nos enfrentamos al desafío de estudiar lecciones de historia y geografía para las primeras pruebas del colegio e intentar las mejores calificaciones para que mamá y papá nos feliciten.El rendimiento escolar es, en mayor o menor medida, motivo de preocupación, dolor de cabeza y lágrimas en los niños. Según el Journal of Family Psychologyla solución está en manos de los padres con muestras de apoyo y compañía. Por ejemplo, si el pequeño tiene dificultades para organizarse con el tiempo de las tareas escolares, lo mejor es inculcarle la importancia del aprovechamiento de los momentos libres. ¡Que no deje todo para último momento! Debemos ayudarlo a armar un plan de organizaciónOtra variable que influye en el estrés escolar de los niños es la presión de sus padres. Si un día no le salieron bien los ejercicios o no ha tenido buenas calificaciones a pesar de su esfuerzo, de ninguna manera podemos hacerlos sentir mal. De nada sirven los castigos o los rezongos: lo mejor que pueden hacer todos los padres por sus hijos es aconsejarlos, acompañarlos y apoyarlos para que aprendan a sortear estos obstáculos en la vida.Este consejo les servirá para siempre, pues como te hemos dicho, el estrés no discrimina edadFuente: vivirsalud