Se elaboran con sal natural cristalizada, formadas durante más de 250 millones de años en el Himalaya, su gran pureza y propiedades la convierten en una fuente de energía que al ser calentada, por la bombilla o vela, desprende iones que ayudan a armonizar el ambiente, equilibrarlo y absorver las ondas electromagnéticas emitidas por los ordenadores, televisores, y electrodométicos en general
Además la cálida luz que emite propicia la relajación, un objeto único y accesible, beneficioso para los alérgicos, para quienes sufrimos dolores de cabeza y jaquecas y los asmáticos, además, favorece la concentración, reduce el estress, ayuda a conciliar el sueño y es excelente para meditar.
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