Langostinos crujientes acompañado de salsa de langostinos y soja

Por Carmenrosa @MicocinaCR

Mañana 28 de Febrero se celebra el día de Andalucía y es por ello que les invito a leer una parte de la letra de unas sevillanas:

Para hablar de Andalucia hay que sentirse andaluz
soñar veredas de trigo cruzar marismas rocieras,
tener acento andaluz,

tener acento andaluz
y las manos siempre abiertas para amigos como tu
que tus risas sean mis risas y tus penitas mi cruz
se me agarra en la garganta la nostalgia de mi tierra
el levante me esta hablando me imagino un nuevo día
cuando amanece la sierra,

cuando amanece la sierra
el arao dibuja el surco protegiendo su cosecha
y una barca en la bahía recoge sus blancas velas

soy andaluz compañero
soy andaluz compañero
y si naciera de nuevo tendría que ser en el sur!!!

Justo Gómez siempre me cantaba ésta canción al final de cada actuación, con una guitarra de fondo o a capela, sabía que con ella me emocionaba; solía ser el broche final de cada una de sus actuaciones cada vez que le contrataba para las convenciones que yo realizaba para mis clientes.

A Justo y a su grupo Los del Puerto, les descubrí gracias al Duo Sacapuntas (Manolo Sarriá y Juan) hace unos 17 años aproximadamente.

No le contraté una, ni dos, fueron muchas veces, las que hizo la delicia de mis clientes, demostrándonos que no sólo es un magnifico humorista, con muchísima gracia y salero contando chistes, sino también un buen cantante, que contagia a su público su vitalidad y energía en el escenario durante las dos o tres horas que duraba su actuación, aparte de una bellisima persona.

Cuando realizaba las convenciones en Málaga, la mayoría de las ocasiones tenían lugar en el mítico Hotel Alay de Benalmádena, donde uno de sus salones tenía capacidad para unas 500 personas y al parecer un teatro era ideal para la cena-espectáculo que ofrecíamos.

No puedo dejar escapar la ocasión para agradecer a mi querido y buen amigo Antonio Guadamuro (famoso locutor de la Cope malagueña) que desinteresadamente siempre era quien me ayudaba como presentador de los eventos.

El dueño del Hotel Alay, me hacía sentir como si fuese mi propia casa.

En los bajos del hotel, mirando hacia la playa de Malapesquera, tenía un exquisito restaurante digno de una estrella Michelín: Mar de Alborán, con un magnifico cocinero vasco; fue allí donde por primera vez, hace más de veinticinco años saboreé los langostinos crujientes; aperitivo en aquella época totalmente novedoso.

He preparado una salsa con soja para darle ese “toque” tan oriental que tanto gusta en “Mi cocina”.

¿Como los hago?

Pelar los langostinos, quitándoles la tripa y reservar.

En una cacerolita poner un chorreón de aceite de oliva y freir las cabezas y la piel de los langostinos.

Una vez dorados echarles un chorreoncito de vino blanco (uso un fino Montilla-Moriles) y dejar hervir uno o dos minutos.

Añadir un chorreoncito de soja, remover unos minutos y colar el caldo procurando sacar todo el jugo de las cabezas sobre todo aplastándo con un tenedor.

Volver a poner el caldo ya colado en la cacerolita y añadir medio vaso de agua en el que habremos diluido una cucharada de maicena, llevándolo a ebullición, sin dejar de remover hasta obtener la consistencia deseada. Salar al gusto y reservar.

Salar los langostinos al gusto y envolverlos en una hoja de wan ton (o en su defecto pasta filo, cortada en forma de cuadrado), pinchar con un palillo a fin de que no se abran.

Freir en aceite muy caliente (uso freidora), escurriéndolo en papel de cocina.

Quitarles el palillo con cuidado y acompañar con la salsa caliente.

Añado foto del envoltorio de la pasta wan ton que siempre utilizo, la suelo comprar en un supermercado oriental de Torremolinos.

¡¡ FELIZ DIA DE ANDALUCIA !!