Langostinos crujientes con albahaca

Por Carmenrosa @MicocinaCR

No hace mucho que la conocí, aunque virtualmente, me indicó en uno de los comentarios que me realizó en Mi cocina, que teníamos varios puntos en común…el apellido “Rosa” de su suegro (mismo apellido que mi familia materna), que era del Palo (barriada donde yo nací y de la que tanto escribo) y que tenía un blog de cocina: Mis comiditas.(Muy malagueño, con unas recetas estupendas, todo hay que decirlo).
Con respecto a los posibles lazos familiares, le comentaba que probablemente así sea, ya que los antiguos oriundos paleños, eran casi todos familiares entre ellos.   Recordar El Palo, es recordar a mis mayores, aunque aquella barriada de marineros que yo añoro es la de mediados de los años 50, principio de los 60….y con respecto a Mi cocina le decía rotundamente: yo no soy bloguera.
He de reconocerlo, no me siento bloguera, realmente pienso que no lo soy.   No lo soy, si se entiende el ser “bloguera-cocinera-gastronómica” a estar pendiente, convivir, escribir, asistir a los eventos gastronómicos que se suelen realizar.   
Quizás motivado por mi falta de tiempo, quizás influyan otros factores, independientemente que la gastronomía para mí es un “hobby” y ya bastantes horas lo ocupa el publicar las recetas o mejor dicho, lo que cocino en casa, como para ocupar el poco tiempo libre que poseo con más de lo mismo: cocina, cocina y cocina…….
Tendría que dejar atrás mis otros momentos felices: el mar, el buceo, la lectura, la historia, la pintura, el cine, mi familia, la mar (otra vez, pero es que el mar, siempre está el mar)…sin contar que hay muchasobligaciones que tengo que cumplir….y una es prioritaria: ser ama de casa.
Aunque pensándolo bien…..sí que soy bloguera, escribo un “blog” de recetas; sí he de confesar que me gusta estar al día y al tanto de los eventos gastronómicos, disfrutar de éste mundillo, estar pendiente de lo que se “cuece” en otros blogs y en las redes sociales.
Me gusta aprender, experimentar, si es sin presión y procurando no sentir la obligación, me gusta cocinar y sobre todo comer.
Y con la obligatoriedad desde hace pocos años de tener que cocinar y la afición por escribir, llegó a mi vida, Mi cocina, éste diario de bitácoras que es mi cocina virtual, que sin darme cuenta se ha convertido en un testimonio gráfico de cómo cocino y al mismo tiempo contar mis recuerdos, detalles de mi tierra, historias de mis mayores e investigando orígenes y procedencia de los productos…..me puede la curiosidad.
Quizás mis introducciones sean demasiado largas “robándole” en gran medida protagonismo a lo que debería ser el blog: ingredientes, medidas exactas, fotos paso a paso, receta…..convirtiéndose ésta ventana virtual en un medio de expresión y comunicación, compartiendo parte de mi vida, de mis sentimientos y recuerdos con quienes me visitan.
Son tantas, tantísimas vivencias en mi vida con respecto a la gastronomía que quizás debería haber encauzado en blog por otros derroteros, empezando o centrándolo en mis viajes y por ende en los maravillosos lugares del mundo que he visitado, o sin salir del Pais, cada una de las provincias que he llegado a conocer (quizás pueda contar con los dedos de una mano, las provincias españolas que no conozco) y lógicamente en los restaurantes que he comido (algún día, como me dice mi marido, debería hacer una receta y hablar sobre los que más huella me dejaron en mi memoria….Ésa serán otras historias, hoy os contaré sobre uno muy cerquita y de los que más he frecuentado: Restaurante Mar del Alborán, tristemente cerrado desde hace unos años.

He de decir que para mi gusto personal, quizás durante décadas uno de los mejores restaurantes de Málaga.   Estaba situado en los bajos del Hotel Alay en Benalmádena, concretamente en la misma entrada al maravilloso Puerto Deportivo, una de las dársenas (quizás la que más) más bonitas del mundo….¿me mueve la pasión?.
Los propietarios eran nuestros buenos y queridos amigos tanto del Hotel como del Restaurante, la familia Aguirre oriundos del Pais Vasco.   Dicho esto, ya podrán imaginar su cocina, una cocina que hoy en día se ha ido haciendo famosa, pero que en las décadas de los 70 y 80, disfrutarla en Málaga, prácticamente era casi única.
Grandes cocineros de renombre mundial eran los chefs del Mar de Alboran.
Descubrí, disfruté la cocina del grandísimo Iñaki Muguruza quien después de triunfar en el Mar de Alborán, volvió a su tierra, a Irún y abrió su propio hotel-Restaurante Atalaia
Curiosamente, un famoso cocinero que todos conocemos decía no hace mucho en un medio de comunicación: “Entretanto aproveché mis vacaciones para trabajar junto a Ignacio  Muguruza en el “MAR DE ALBORÁN” en Málaga”…..es Alberto Chicote.   Así que igual, ése verano, yo sin saberlo, cocinó alguno de los platos que degustamos allí.
Cuando Ignacio dejó el Mar de Alborán, tomó las riendas otro gran cocinero: Alvaro Arriaga…Sé que estuvo trabajando en la famosa Taberna del Alabardero de Washington, donde también coincidimos. Su formación en la escuela de cocina de San Sebastián se vio enriquecida al formarse con famosos cocineros del País Vasco, entre ellos Pedro Subijana. Tras su periplo americano fue a Benalmádena con Iñaki Muguruza al restaurante Mar de Alborán, desde donde se trasladó a Granada, abriendo su propio restaurante. Restaurante Arriaga.
Posteriormente fue el gran maestro de la alta cocina malagueña Adolfo Jaime, puso su nombre junto al de Mar de Alborán.. tras cerca de veinte años, la cocina de Adolfo Jaime, fue todo un símbolo del paseo marítimo Pablo Ruiz Picasso de la capital malagueña.Los sabores y olores de los restuarantes Adolfo y Mar de Alborán-Adolfo formaron parte de la línea del mar.
Fuese cual fuese su “chef”…Mar de Alborán, era, para mi, la elegancia en los fogones en Málaga.
Allí…ya no sé cuantos, cuantos años…quizás más de treinta, probé por primera vez éstos langostinos, que eran toda una novedad por aquella época, en la carta y no pude descubrir por qué se llamaban Langostinos crujientes KIKOMAN …y así lo publiqué en el blog en el año 2009.
Para mi grata sorpresa, mi admirado Dani Garcia le daba en su libro, mi fuente de inspiración, un toque de originalidad: “abrigar” unas gambas frescas de Huelva con hojas de albahaca…
En lugar de gambas, yo los hago con langostinos…pero a fin de cuentas la misma idea, con un toque extra de sabor y color.   Ni corta, ni perezosa….los hice, los hago y los comparto con Vds….

Son fáciles de preparar, rápidos, un gran aperitivo y sencillamente delicioso. Espero que les guste, tanto como a nosotros….
¿Cómo los hice?
Ingredientes:
Langostinos (o gambas), hojas de albahaca frescas, sal, pasta brick (se encuentra en cualquier supermercado hoy en dia) y aceite para freir. Acompaño con una simple salsa rosa mezclando mayonesa con kepchup…así de fácil.
Los pasos a seguir:
Pelar los langostinos y quitar la tripa interior, que estén bien secos y procurando que no estén demasiado curvos.Salar al gusto. Envolver el langostino con una hoja o dos de albahaca y a su vez envolverlo en un trozo de pasta brick, sellándola con el dedo mojado en agua. Calentar el aceite en un recipiente alto de forma que al echar los langostino no toque el fondo, una freidora es ideal. Cuando el aceite esté bien caliente, echar los langostinos, esperar uno o dos minutos (hasta que la pasta brick esté doradita), sacarlos y colocarlos en papel de cocina. Servir calientes, con la salsa….y adornar con una hoja de albahaca frita……
¿Soy bloguera? ¡¡ No soy cocinera !! … Soy una apasionada de la cocina que disfruta cocinando para los suyos y compartiendo con los que la visitan… Sean felices.