Con esta receta me viene a la cabeza la frase "el lobo disfrazado de oveja".
Cuando era pequeña me encantaban los cuentos donde el malo era el lobo, Caperucita Roja, Los tres cerditos, El pastor y el lobo... y El lobo disfrazado de oveja.
Éste último se trataba de un lobo que se ponía encima un pellejo de cordero y se colaba entre los rebaños y cazaba ovejas sin que el pastor se percatara, hasta que un día el pastor se dio cuenta y fue él el que se disfrazó de oveja y cuando se le acercó el lobo sacó su cuchillo y le degolló.
Todos estos cuentos siempre tienen una moraleja en este caso es la siguiente: Cuando una persona es mala pero aparentemente es amable y cordial se le dice que es un lobo disfrazado de oveja o un lobo con piel de cordero...
Ingredientes:
-6 cucharadas de harina
-crema de marisco Aneto
-1 Kg. de langostinos cocidos
-aceite de girasol
-pan rallado
-1 huevo
Preparación:
Hacemos una bechamel con el caldo de marisco, hechamos aceite hasta cubrir el fondo de una sartén y añadimos de golpe toda la harina, removiendo bien durante unos 3 minutos a fuego suave.
Añadimos entonces también de golpe dos vasos de crema de marisco y removemos hasta homogeneizar y conseguir una masa que se despegue de las paredes de la sartén.
Añadiremos ahora poco a poco chorritos de crema y removemos toda la masa al menos durante 10 minutos mas, para suavizarla lo máximo posible y que quede muy cremosita.
Ponemos en una fuente amplia, extendemos y dejamos enfriar a temperatura ambiente completamente.
Pelamos los langostinos dejando el último tramo de la cola...
... y con las manos cubrimos con la masa de marisco.
Pasamos por el huevo batido y por el pan rallado...
... y freímos en abundante aceite a fuego medio vigilando que no se nos queme.
Sacamos y dejamos escurrir sobre papel absorbente.
Servimos como ración...
o como tapa individual.
Coged una...
... e incarle el diente...
E incluso como acompañamiento a la propia crema de marisco calentita.
UUUmmmm, delicioso...!!