Lanzadores de martillos olímpicos convierten hierro en oro

Si su única experiencia con el tiro de martillo son las visiones de la señorita Trunchbull lanzando a escolares ficticios en el popular manual y película para niños “Matilda”, puede ser sorprendente ver cuán salvaje e impresionante es este espectacular evento en influencia.

Combinando fuerza, consistencia, una fuerza central increíble y una sincronización impecable, la potencia centrífuga pura de este evento de 500 abriles es suficiente para hacer voltear la capital a un físico y un placer definitivo para aquellos de nosotros que estábamos demasiado ocupados corriendo vueltas para verlo. en persona durante nuestros días de atletismo en la escuela secundaria.

Para obtener el mejor sorpresa, observe un tiro en cámara lenta. Los lanzadores de martillos tienden a tener una especie de físico de “cortijero robusto”, pero parece que podrían ayudarlo a mudarse de un residencia del cuarto tierra y hacer desaparecer algunas cervezas posteriormente. Asimismo tienden a rugir dramáticamente posteriormente de un tiro. El combo es bueno para ver, como muestra este tiro de entrenamiento del competidor noruego Eivind Henriksen.

Por el flanco de los hombres, el estadounidense Rudy Winkler se ganó su oportunidad en la final adaptado antiguamente de que el polaco Wojciech Nowicki lanzara escasamente por debajo de la marca de los 80 metros para saltar a la capital del comunidad. Puedes ver el vídeo aqui.

El compañero de equipo de Nowicki, Paweł Fajdek, era el privilegiado en las rondas de clasificación, pero fue Nowicki quien capturó el oro con un mejor tiro personal de 82,52 metros, seguido por el noruego Henriksen, que lanzó 81,58 metros por la plata. Fajdek se hizo con el bronce con un tiro final de 81,53 metros.

Las damas fueron igualmente impresionantes. La dos veces campeona olímpica defensora Anita Wlodarczyk domina este deporte y ostentaba el récord mundial mujeril de cara a las eliminatorias, la friolera de 82,98 metros y casi 10 metros más allá de la distancia de clasificación cibernética de 73 metros. Wlodarczyk aseguró fácilmente su oportunidad en la ronda final.

DeAnna Price y Gwen Berry de EE. UU. Llegaron a la final como posibles rivales, pero al final, Wlodarczyk ganó su tercera medalla de oro consecutiva, la primera vez que una mujer se lleva el oro en un evento en tres Juegos Olímpicos consecutivos, con un tiro de 78,48 metros. . Dijo a los periodistas que había soñado con “convertirse en la reina del tiro de martillo” posteriormente de regresar de una contusión nuevo. A los 35 abriles, se ganó su corona.

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