Con este primer post de Lanzarotecomienzo hoy una pequeña serie sobre los rincones que no deben perderse si visitan mi pequeña isla. En este primer viaje, que he titulado Fuego y Sal, me iré al sur de Lanzarote donde se encuentran las Montañas del Fuego en el Parque Nacional de Timanfaya, el Charco de los Clicos y las Salinas de Janubio.
Dejamos atrás este jardín de sal para adentrarnos por una sinuosa carretera junto a la costa más salvaje de Lanzarote. Un tramo de mar que se vio invadido por la lava de las erupciones volcánicas que cambió la fisonomía de mi isla a partir del siglo XVIII.
Cuando el mar está embravecido es recomendable adentrarse entre los pasadizos de Los Hervideros, denominado así porque en ocasiones sientes que el mar hierve al contacto con las piedras de fuego que llegaban al oceáno tras ser expulsadas por los volcanes.
Para la siguiente parada les reto a cerrar los ojos cuando estén a punto de alcanzar el mirador del Charco de los Clicos. Abrirlos y encontrarte de frente con una laguna de agua marina cuyas microscópicas algas le han dado un espectacular color verde esmeralda es una experiencia fascinante.
"Pedro Almodóvar se inspiró en una pareja que contemplaba abrazada el Charco de Los Clicos para rodar Los Abrazos Rotos"
El Charco de Los Clicos se sitúa justo a la entrada del pequeño pueblo de El Golfo. Un enclave ideal para degustar algunos de los platos más típicos de Lanzarote dado que existe una variedad de restaurantes que dan al mar.
Antes de acceder a Las Montañas del Fuego (hay que comprar entrada) puedes darte un pequeño paseo a lomos de un camello (en realidad son dromedarios) en un sendero habilitado dentro del Parque Nacional.
"Si en Lanzarote no se ve Timanfaya es como si se va a Roma y no se ve al Papa", aseguraba el premio Nobel de Literatura, José Saramago, que sentía una especial predilección por la paz que se respira junto a los volcanes de Timanfaya. Así que siempre que podía llevaba a sus invitados (entre ellos a Vargas Llosa) a recorrer este paraje de ensueño. Por cierto les animo a que vayan a su A Casa en Tías (CLICK) donde se puede visitar su Biblioteca, su vivienda y el famoso olivo que plantó en su jardín).
Besos