RINCONES CON ENCANTO
@obeblog | "Si el paraíso no éste ¿me podría decir alguien dónde encontrarlo?". He decidido empezar este pequeño artículo sobre las piscinas naturales de Los Charcones con la frase con la que mi hija Carlota tituló una de sus fotografías en Instagram sobre uno de los enclaves vírgenes que todavía podemos encontrar en la costa sur de Lanzarote. Considerada por el periódico ABC comouna de las diez mejores piscinas naturales de nuestro país, Los Charcones es uno de los rincones más espectaculares y desconocidos de Lanzarote. Su difícil acceso a través de una carretera de tierra y pequeños acantilados de piedras volcánicas les ha permitido mantenerse intactos durante siglos, desde que se crearan tras las erupciones volcánicas que asolaron la isla.Situados entre las salinas de Janubio y el Faro de Pechiguera la mejor manera de acceder a estas piscinas es hacerlo a través de la carretera asfaltada que comunica la vieja vía entre Yaiza y Playa Blanca a la desaladora de Janubio. Una vez en esta desaladora tenemos varias opciones: caminar durante varios kilómetros bordeando la costa o recorrer el trayecto en coche. La segunda opción es, desde luego, la más sencilla pero necesitaremos un vehículo capaz de soportar una carretera de tierra llena de piedras y baches. Encontrar los charcones es otro reto porque muchos de ellos no son visibles a simple vista. Si hay suerte una pequeña explanada que sirve de aparcamiento improvisado nos indicará el camino hacia algunas de estas piscinas, pero siempre después de haber recorrido al menos 20 minutos en coche. En otras guías turísticas de Lanzarote también recomiendan la visita en sentido contrario, es decir, desde el Faro de Pechiguera en dirección a un viejo hotel abandonado. Desde allí toca también caminar para encontrar la piscina que mejor se adapte a tus gustos. En ambos casos, sólo nos quedará el placer de disfrutar de este auténtico rincón con encanto. Eso sí, para que este paraje siga tan idílico como hasta ahora procura que tu huella sea lo menos contaminante posible.
¿Quién dijo que alcanzar el paraíso era fácil? Nota: Este post no hubiese sido posible sin la estimable ayuda del periodista Domingo Rivero al que le agradezco estas impresionantes fotos.
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