Señoras, señores, os presento los primeros lápices que se comen. Son de caramelo, y tienen una pinta buenísima. Tranquilos, porque solo llevan mina de lápiz en la punta, y no me extraña, porque a más de uno estos lápices le durarían cero coma. Y aunque parezca un poco guarrada, a mí me han encantado. Gran trabajo de Dave Hakkens.
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