Investigadores polacos han descubierto que cuando la abeja reina es sustituida por una de sus hijas como jefa de toda la colonia, algunas obreras abandonan el cuidado de las larvas y comienzan a reproducirse. Los científicos estudiaron el comportamiento de colonias de abejas melíferas para comprender cómo reaccionan las obreras a un cambio de reina.
Los investigadores descubrieron que cuando la abeja reina es sustituida por una de sus hijas como jefa de toda la colonia, algunas obreras abandonan el cuidado de las larvas y comienzan a reproducirse. Cuando la reina abandona la colonia, una de sus hijas toma su lugar, pero no todas las obreras aceptan el cambio.
En una colonia de abejas existe solamente una reina y miles de machos fértiles, que son cuidados y alimentados por grandes grupos de hijas estériles, denominadas obreras.
En ciertas ocasiones, la reina y parte de la colonia abandonan el panal para fundar una nueva colonia. Antes de partir, la reina deposita varios huevos, uno de los cuales dará origen a una nueva reina fértil que será cuidada por el resto de las obreras.
En este caso, en lugar de criar a sus hermanos y hermanas, las obreras “se ven obligadas a cuidar a sus sobrinas y sobrinos”, dijo a la BBC Michal Woyciechowski, del Instituto de Estudios Ambientales de la Universidad Jagellónica en Polonia, quien dirigió la investigación.
“El vínculo de parentesco se diluye y eso lleva a las obreras a poner sus propios huevos”.
Experimento
Los investigadores señalan que no se trata simplemente de una modificación en el comportamiento, sino de un cambio fundamental desde el punto de vista biológico.
Para analizar la reacción de las obreras, los científicos dividieron una colonia, provocando la ausencia temporal de la reina en uno de los segmentos. También examinaron colonias silvestres.
Uno de los hallazgos clave es que las trabajadoras en etapa larval no sólo desarrollan las glándulas utilizadas para alimentar en el futuro a las larvas de la colonia. También tienen ovarios con canales para la producción de huevos.
“La mayoría de los investigadores sostiene que el número de canales reproductivos en las obreras está determinado genéticamente”, dijo Woyciechowski.
“Esto es verdad, pero nadie esperaba que las obreras pudieran cambiar su estrategia”.
Rebelión sofocada
La rebelión observada por los investigadores en Polonia fue breve. Una vez que nacieron las crías de la nueva reina dominaron rápidamente a las obreras rebeldes.
Woyciechowski sugiere que entre estos animales conocidos por su altruismo, el comportamiento de las obreras puede verse como sorprendentemente “egoísta”.
“La estrategia de reproducción directa de las obreras rebeldes les da probablemente una mejor oportunidad de multiplicar sus genes que la reproducción indirecta a través de su hermana reina”.
El estudio fue publicado en la revista Current Biology.