Las adaptaciones de Los Incursores

Por Eltiramilla

Por fin, tras muchos meses de espera, hemos podido disfrutar en España de lo nuevo del estudio Ghibli: Arrietty y el mundo de los diminutos. La película es una sucesión de momentos mágicos y bellas imágenes que harán las delicias de las retinas de aquellos pocos que se enteren de su existencia, gracias a la pésima distribución y promoción que ha hecho Aurum de ella.

Seguramente pocos conocerán el libro de Mary Norton en el que se ha basado la cinta. Se trata del primero de una serie de cinco, escrita entre 1952 y 1982: Los Incursores (en España sólo existió una edición, ahora imposible de encontrar, la de Altea Junior, de 1985). He de decir que la película, aunque diferente en algunos aspectos, tiene el encanto de la obra de Norton y además es bastante fiel a la historia original. Con un ritmo adecuado al género (quizás algo lento, pero necesario para poder captar todos los detalles) y una banda sonora magistralmente utilizada, Arrietty y el mundo de los diminutos es una cita obligatoria para todos aquellos que quieran invertir su dinero de un modo productivo. ¿El único error imperdonable? La ausencia de Pod, padre de Arrietty… ¿Qué? ¿Que sí aparece? ¿Os referís a ese señor ceñudo, serio y cuadrado al que han llamado “Pod” en la película? Vale, pero ese no es Pod. Para nada. El Pod de Mary Norton, el que encaja en esa familia de seres pequeñitos, era más carismático y entrañable. Eso sí, al igual que digo que el Pod que nos ha presentado Ghibli no es el ideal, he de admitir que tanto Arrietty como su madre, Homily, resultan absolutamente maravillosas y transmiten exactamente lo que deben transmitir. Sin duda, en conjunto, Arrietty y el mundo de los diminutos es una auténtica maravilla digna de ser disfrutada, sin lugar a dudas mucho más acertada que la que en 1997 protagonizó John Goodman.

Todavía recuerdo la ilusión con la que fui al cine a ver aquello que, aunque resultó ser un producto divertido, entretenido e incluso emocionante, con unos efectos especiales muy logrados y unos escenarios encantadores, para nada tenía el espíritu de la historia original. Poco ayudaban el despiporre de personajes y los cambios de familia que sufrieron, o esa trama tan típica y los elementos que hacían recordar, más que a las novelas de Norton, a la serie de dibujos animadosLos Diminutos, inspirada en los libros de John Peterson. Por suerte no vimos a Arrietty con cola de ratón.

Puestos a elegir una adaptación favorita deLos incursores, me quedo con la serie de televisión que produjo la BBC en 1992, con Ian Holm, Penelope Wilton y una jovencísima pero talentosa Rebecca Callard en el papel de Arrietty; sin duda, la mejor hasta el momento. Aunque los efectos especiales fueron mucho más modestos que los de la versión cinematográfica del 97, se tuvo tan en cuenta el texto de Norton y cada fotograma desprendía esa magia tan especial, que las deficiencias técnicas terminaron por no importar. En España pudimos disfrutar una vez de la serie, hace muchos años, gracias a La 2 de Televisión Española.

Quiero terminar con la primera de las adaptaciones de la que tengo constancia: la protagonizada por Judith Anderson, Tammy Grimmes y Eddie Albert en 1973, de la que existe actualmente una edición en DVD en Inglaterra, pero que es imposible conseguir en nuestro país. La película posee también ese encanto de los libros de Norton, aunque resulta demasiado lenta y, lógicamente, los efectos especiales son tan primitivos que viéndolos hoy a veces pueden llegar a provocar la risa del espectador. Además es una lástima que la cinta no haya sido remasterizada, lo que hace que la calidad de la imagen deje mucho que desear tras el deterioro que deben de haber sufrido las cintas originales con el paso de los años.

Me despido con una buenísima noticia que alegrará a más de uno. Aunque en España pasen bastante desapercibidos, los libros de Mary Norton no se olvidan en el resto del mundo: se rumorea que la BBC prepara actualmente una nueva serie de televisión basada en Los Incursores… ¡Habrá que estar atentos!