Las Adicciones

Por Jesus Gutierrez @saludymedicina

Para comprenderlas hay que considerar dos dimensiones: la fisiológica y la psicológica. La primera está relacionada con la forma en la que la sustancia o actividad adictiva actúa en el cerebro. La segunda tiene que ver con las razones que han impulsado al individuo a engancharse a una sustancia o actividad determinada. Existe evidencia científica que sugiere una predisposición genética, pero los factores culturales y sociales influyen. Por ejemplo, una persona tendrá menos oportunidades de convertirse en alcohólica en un país donde el consumo de alcohol es inaceptable que en otro donde ingerir alcohol sea parte de la rutina diaria. Crecer en el seno de una familia donde se produce un abuso de drogas y alcohol también puede incrementar las posibilidades de desarrollar síndrome de dependencia. La pobreza, la falta de educación y el desempleo también aumentan los riesgos. Si el ambiente en el que vive un individuo es estresante, éste puede buscar refugio en sustancias y actividades que pueden crear adicción. Hay varios indicadores claros que permiten identificar a una persona como un adicto. 1. La existencia de un objeto de deseo: una sustancia, cosa o actividad que provoca ideas obsesivas y deriva en comportamientos compulsivos. 2. Comportamientos guiados: una compulsión por reducir la ansiedad y satisfacer la obsesión que provoca la adicción. 3. Falta de control. La adicción implica siempre una pérdida de control cuando aparece el objeto deseado. Incluso cuando un adicto intenta detener su comportamiento adictivo, muchas veces fracasa. 4. Dependencia. Existe una dependencia respecto al objeto deseado y sólo éste puede satisfacer el deseo del adicto. 5. Consecuencias negativas. Una de las más comunes en la depresión. El mayor anhelo de un adicto es lograr, a través del objeto de deseo, la ansiada felicidad, la que sin embargo no puede hallar. Esto le hace entrar paulatinamente en una depresión, que intenta superar con un mayor uso o consumo del objeto de deseo. La mayoría de las adicciones tardan en desarrollarse y casi nadie se convierte en adicto de forma deliberada. Lo que ocurre es que el consumo progresa a través de varias fases. Tras probar la sustancia o actividad por primera vez, es posible que la persona repita y quizás empieza a usarla de forma ocasional hasta que se convierte en algo usual. Mientras tanto, la cantidad también empieza a aumentar. En algunos de los casos, es posible vencer una adicción, sea física o psicológica, con fuerza de voluntad. Pero en la mayoría de los casos se necesita de gran ayuda profesional.