La acupuntura china es una práctica milenaria donde se emplean agujas para provocar un efecto sobre la salud. Las agujas de acupuntura tienen formas y tamaños distintos y generalmente son de acero, aunque también pueden ser de metales preciosos a los que se les atribuyen efectos terapéuticos distintos.
Las agujas utilizadas tienen una longitud y un diámetro variables: aproximadamente de 1,2 a 12 centímetros de longitud y entre un cuarto y medio milímetro de diámetro.
En los inicios de la acupuntura, mucho antes de la aparición de los metales, se utilizaban agujas de acupuntura de madera o de piedra. Actualmente se ha introducido dentro de la acupuntura una nueva técnica: la electroacupuntura,muy similar a la acupuntura láser, donde en lugar de agujas se utiliza un rayo láser o pequeñas descargas eléctricas como reemplazo de las agujas.
La aplicación de las agujas requiere una gran habilidad, esto puede resultar decisivo para la efectividad de la terapia y una aplicación incorrecta puede tener efectos negativos y provocar un dolor intenso.
La forma de colocar las agujas es una de las técnicas que el acupunturista utiliza, pueden colocarse en forma perpendicular o en ángulo dependiendo del punto sobre el que se trabaja y la naturaleza de la enfermedad. La profundidad a la que se insertan depende de la región del cuerpo y de la reacción del paciente. En algunas partes como las extremidades las agujas pueden llegar a penetrar hasta unos 3 centímetros debajo de la piel.
La aplicación de las agujas de acupuntura puede tener distintas duraciones. Puede ser muy rápida, algunos minutos o hasta horas. En la práctica moderna predominan las aplicaciones breves.
En todos los casos se requiere una perfecta esterilización tanto de las agujas como de los instrumentos utilizados. Además se pide al paciente que adopte una postura adecuada para cada sesión en particular.
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