El rostro está formado por 30 músculos. Si tenemos en cuenta que cada minuto gesticulamos unas 3 veces aproximadamente, al día podemos realizar más de 1.000 movimientos con la cara. Esta gesticulación, unida con el paso de los años, genera la aparición de arrugas y surcos que envejecen el rostro.
El término genérico “arrugas faciales” se refiere tanto a las típicas arrugas de expresión, como a los surcos faciales profundos. Su aparición viene dada principalmente por tres razones:
1.- Pérdida de elasticidad que atrofia la dermis, deshidratándola y contribuyendo a la degeneración de la piel y la formación de arrugas.
2.- La fuerza de contracción muscular que rompe la elastina de la piel y deja la arruga marcada.
3.-El proceso de flacidez procedente de la pérdida de volumen por pérdida de grasa o por pérdida de fuerza a nivel muscular.
En cuanto a surcos profundos de la cara, el nasogeniano (la arruga que surge entre la nariz y la comisura de los labios) y el pliegue de marioneta (bajo el labio inferior, la comisura) son los más comunes. “Los surcos también están presentes en sujetos jóvenes y se acentúan con el paso del tiempo debido a una pérdida volumétrica a cargo del tejido adiposo superficial y profundo de la cara” me comenta el Dr. Fabio Ingallina, Cirujano Plástico especialista en Medicina reconstructiva y estética y autor del “Atlas of Anatomy in botulinum toxin”.
Las demandas de los pacientes y la consecuente respuesta de los cirujanos y médicos estéticos están cada vez más dirigidas a la obtención de un aspecto natural. El conocimiento de la anatomía facial es esencial para la comprensión del equilibrio estático y dinámico de los músculos.
Así, las personas con pómulos prominentes son más propensas a presentar los surcos nasogenianos más marcados ya que la estructura que los mantiene, con el paso de los años se pierde, sufriendo una mayor flacidez.
Otro de los ejemplos puede ser el de las personas con los ojos claros quienes tienen mayor tendencia a presentar arrugas en el entrecejo ya que están acostumbrados a fruncir más esta zona por las molestias que les ocasiona el sol. También son más propensas a la aparición de estas arrugas las personas con tensión interna o estrés, ya que tienden a adoptar este gesto. Por otro lado, las personas que gesticulan mucho con las manos, suelen gesticular mucho también con la cara y suelen ser más propensas a la aparición de arrugas frontales. (Vaya… ese es mi caso…)
Las arrugas afectan a todo tipo de personas, aunque de forma diferente. Las mujeres, por ejemplo, están más protegidas de las arrugas hasta que llegan a la menopausia ya que los estrógenos provocan un efecto trófico en la piel. Una vez la mujer entra en la menopausia con la caída de los estrógenos, empieza a envejecer más rápido.
La mala hidratación, la alimentación no saludable (los tóxicos que ingerimos), la contaminación, los malos hábitos y los cambios bruscos de peso son factores que aceleran el proceso de envejecimiento y como consecuencia la aparición de arrugas. En cambio una piel hidratada, con una correcta alimentación y unas sanas costumbres será menos propensa a la aparición de arrugas.
Besos desde mi blog!!!