Las bayas pueden ofrecer una dulce protección contra la enfermedad de Parkinson

Por Bamboo

Un estudio halla que son ricas en un antioxidante que parece proteger a hombres y mujeres de esta enfermedad

DOMINGO, 13 de febrero (HealthDay News/HolaDoctor) — Un estudio reciente sugiere que las personas que comen alimentos ricos en antioxidantes conocidos como flavonoides, sobre todo bayas, podrían estarse protegiendo contra el desarrollo de la enfermedad de Parkinson.

Además de las bayas, los flavonoides también se encuentran en varios alimentos como manzanas, chocolate y frutas cítricas. Según los investigadores, estos compuestos se han promocionado como agentes protectores contra algunas enfermedades por su efecto antioxidante.

Sin embargo, no todos los flavonoides son iguales. Sólo los conocidos como antocianinas, que se encuentran en las bayas y otras frutas y verduras de color rojo o púrpura, protegieron tanto a hombres como a mujeres, según los resultados de este estudio, que fue financiado por los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU.

“Aunque aún es demasiado pronto para decir que comer bayas puede reducir el riesgo de la enfermedad de Parkinson, varios estudios anteriores han informado sobre los beneficios de las bayas, como por ejemplo la reducción del riesgo de hipertensión”, apuntó el investigador principal, el Dr. Xiang Gao, profesor de medicina en la Facultad de medicina de Harvard. “Así que es bueno, al menos no causa ningún daño, si comemos dos o tres tazas de bayas a la semana”, señaló.

“Si combinamos todos los flavonoides individuales en conjunto, el consumo total de flavonoides también se relaciona con un riesgo significativamente menor de la enfermedad de Parkinson en hombres, pero no en mujeres”, apuntó Gao. Únicamente las antocianinas parecían proteger en ambos sexos.

Se tiene previsto presentar los resultados del estudio en abril en la reunión anual de la Academia Estadounidense de Neurología en Honolulu.

Para el estudio, el equipo de Gao recopiló datos sobre más de 49,000 hombres que formaron parte del Estudio de seguimiento a profesionales de salud y más de 80,000 mujeres del Estudio de salud de las enfermeras.

Los participantes llenaron cuestionarios detallados sobre sus dietas. Con esa información, los investigadores calcularon la cantidad de flavonoides que consumían. Además, también estudiaron el consumo de té, bayas, manzanas, vino tinto, naranjas y jugo de naranja.

Durante los 22 años de seguimiento, 805 personas desarrollaron la enfermedad de Parkinson. Entre los hombres, aquellos que consumían más flavonoides eran 40 por ciento menos propensos a desarrollar la enfermedad neurodegenerativa en comparación con los hombres que consumieron la menor cantidad de flavonoides, encontraron los investigadores.

Sin embargo, entre las mujeres no hubo ninguna relación entre el consumo total de flavonoides y el riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson, apuntó el grupo de Gao.

Sin embargo, el subconjunto de flavonoides conocido como antocianinas, que se encuentran en las bayas, se asoció a un menor riesgo de la enfermedad Parkinson tanto en las mujeres como en los hombres.

“Si nuestras observaciones se confirman, las antocianinas, o las bayas, podrían ser un agente neuroprotector potencial contra el riesgo de enfermedad de Parkinson”, apuntó Gao.

Al comentar sobre el estudio, el Dr. Carlos Singer, experto en Parkinson y profesor de neurología de la Facultad de medicina Miller de la Universidad de Miami, señaló que “es probable que tenga que ver con un efecto antioxidante”.

“Muchos de los mecanismos de la enfermedad de Parkinson se reducen a la forma que las células nerviosas manejan el estrés oxidativo”, apuntó. “Muchos de los mecanismos que se están estudiando en la enfermedad de Parkinson tienen que ver con cómo hacer que las células trabajen mejor en términos del estrés oxidativo”.

Los flavonoides podrían mejorar la capacidad de las células nerviosas para manejar el estrés oxidativo, apuntó Singer.

Este estudio muestra una relación entre los flavonoides y un menor riesgo de la enfermedad de Parkinson, pero no una relación de causa y efecto, señaló.

Aunque se desconoce la causa de la enfermedad de Parkinson, parece tener tanto un componente genético como ambiental, apuntó Singer.

Si alguien tiene una predisposición genética para la enfermedad y también está expuesto a un desencadenante ambiental, la diferencia entre desarrollar la enfermedad de Parkinson o no podría depender potencialmente de la cantidad de flavonoides en la dieta, especuló.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare

FUENTES: Xiang Gao, M.D., Ph.D., instructor in medicine, Harvard Medical School, Boston; Carlos Singer, M.D., professor of neurology, University of Miami Miller School of Medicine; presentation, American Academy of Neurology’s 63rd Annual Meeting, Honolulu, April 9 to April 16, 2011.