Una investigación del Hospital Universitario de Zurich publicada en American Journal of Clinical Nutrition, demostró que las bebidas gaseosos producen cambios adversos en el metabolismo de la glucosa, los lípidos y los marcadores de inflamación. El equipo investigó los efectos de cinco bebidas gaseosassobre voluntarios saludables de entre 20 y 50 años, a los cuales la glucosa en sangre les aumentó de un 4 a un 9%, mientras que la relación cintura-cadera también creció significativamente con la fructosa. El porcentaje de grasa corporal fue significativamente más alto. En tanto, la circunferencia de la cintura fue bastante mayor a 82,6 centímetros. El tamaño de las partículas de colesterol LDL disminuyó 0,51 nm. Los valores de colesterol total, LDL y HDL no cambiaron. La proteína C reactiva de alta sensibilidad aumentó entre un 60 y 109%. Los resultados sugierenque la fructosa ( Azúcar utilizada en los refrescos) tendría un efecto más negativo que la glucosa. Estas diferencias se deberían, por lo menos en parte, a que, aunque es calóricamente idéntico al consumo de glucosa, el metabolismo de la fructosa varía considerablemente. Este es el primer estudio que demuestra una relación causal (y no sólo una asociación) con el consumo de dosis bajas o moderadas de estas bebidas, con daños en el metabolismo. Estudios similares habían utilizado fructosa a altas concentraciones diarias totales1,7 litros de gaseosa. De modo que este estudio es muy real y demostro efectos en hombres jóvenes saludables que no se esperaban encontrar.