Una investigación publicada recientemente en “Arthritis Research and Therapy” demuestra que el extracto de piel de granada podría retrasar el avance de la artrosis, una enfermedad que afecta principalmente a articulaciones sometidas a movimiento y soporte de peso como rodillas, tobillos, falanges de manos y pies, además de vértebras lumbares y cervicales.
En concreto, se ha demostrado que inhibe la actuación del complejo proteína ligando-proteína receptora IL1b-ILR1, disminuyendo la activación de la enzima kinasa de la kinasa activada por mitógenos de tipo 3 (MKK3). Después inhibe la actividad de ésta enzima, retardando la activación de la enzima kinasa de proteínas activada por mitógenos p38 de tipo alfa (p38-MAPKa). A continuación, inhibe la actividad de esta enzima decreciendo la activación de la proteína factor de transcripción RUNX de tipo dos (RUNX2). Por último, también inhibe a ésta última dificultando su enlace al DNA, y la consecuente expresión de metaloproteasas degradantes de la matriz extracelular (MMPs).
Estos resultados se han obtenido utilizando técnicas bioquímicas como electroforesis de proteínas seguida de electrotransferencia e inmunoprecipitación (Western blotting), amplificación de DNA mediante reacción en cadena de la polimerasa con transcripción inversa (RT-PCR), transfección con RNA interferente de pequeño tamaño (siRNA), así como inmunoensayos enzimáticos (ELISA). Todo ello con varias réplicas para evaluar su fiabilidad estadística, mediante análisis de la varianza (ANOVA).