Puesto porJCP on Oct 10, 2012 in Autores
A estas alturas, el dólar no debiera de valer nada, dado el volumen creado por la Sinarquía Financiera Internacional. De hecho, todos los gobiernos del mundo ——o por lo menos los economistas de sus estados—— lo saben. Ha habido defecciones de diversos países productores de petróleo y otras materias primas que han intentado salir del ámbito del dólar. Pero les ha costado una “revolución de colores” y un cambio de régimen. Como por donde pasan los marines de los EEUU, como modernos atilas, no vuelve a crecer la hierba ——ayer, Afganistán, Irak o Libia; ahora, Siria; mañana, Irán; y tras su paso todo huele a miseria y al polvo de uranio empobrecido tras el reventar de su munición——, los dirigentes de los países lacayos de los EEUU se lo piensan dos veces antes de tomar decisiones contra el gran amo sionista, la SFI.
Los EEUU viven secuestrados, y con síndrome de Estocolmo, por la Sinarquía Financiera Internacional que los parasita a ellos y al mundo entero desde su sede de Londres, centro mundial del delito monetario. Los EEUU no tienen clase política independiente del lobby financiero sionista. Nadie puede ser congresista o senador en EEUU sin contar con la SFI. El lobby sionista decide siempre dos cargos clave: el presidente de la FED y el secretario del Tesoro, además de nombrar a los CEO de todos los bancos privados accionistas de la FED. Todos miembros de su etnia. Siempre y desde siempre (1913). Cuando algún alto cargo ——incluso un católico presidente de los EEUU—— ha intentado recuperar el poder financiero para su propio país, ha sido asesinado por orden de la SFI. Los medios cautivos se han encargado luego de aventar autorías fabulosas. Cuando ha sido necesario, se han realizado atentados de falsa bandera, como el de las Torres Gemelas, por orden de la misma SFI, para asustar al pueblo americano de modo que tolere la intervención unilateral de sus fuerzas armadas, vulnerando todos los tratados internacionales, en el mundo. De nuevo, los medios cautivos se han encargado de inventar autorías fabulosas. O como el atentado de la central nuclear de Fukujima, una General Electric norteamericana que estalló mediante una orden al ordenador central que detuvo las bombas de refrigeración de núcleo de uno de los reactores, gracias a un back-door dejado por los fabricantes en el programa. No, no fue el tsunami. Ningún ingeniero (y menos, un gran equipo de ingenieros) construye una central nuclear al borde del mar del Japón sin tener en cuenta un fenómeno natural muy común por esos pagos. ¡La palabra tsunami es japonesa!
Esta es la realidad. Horrible, sí; pero insoslayable: El dólar se sostiene en la punta de los misiles norteamericanos y en los actos terroristas de las cloacas del conventículo CIA-Mosad-MI6. Si no, el papel verde no serviría ni como papel higiénico.
Europa no puede imponer su Euro de la misma manera. Al contrario, está siendo víctima de las continuadas agresiones por parte de las divisas del mundo anglosajón. Así que se defiende mediante una política monetarista que pone el acento en el control de la inflación al costo que sea. Como los países mediterráneos que constituyen los PIGS son tradicionalmente funcionariales e inflacionarios, siempre dependientes de la fabricación de dinero de la nada por parte de sus bancos centrales (facultad que perdieron al entrar en la Unión Monetaria), tal política conservadora los está hundiendo en la mayor miseria que se recuerda desde el final de la II Guerra Mundial. Esto no es sólo una crisis sistémica, sino el intencionado desmantelamiento de la soberanía de varios estados, España entre ellos. Es el Cuarto Reich que ya no usa el símbolo de la esvástica.
No debe extrañar que la respuesta de la Administración española sea el recorte, tanto del gasto social como de las competencias, y las privatizaciones. Lo que han hecho Aznar, Zapatero y Rajoy el un Gran Recorte del Estado para su entrega, mondo y lirondo, a los poderes burocrático europeo y financiero internacional.
España, si no toma la valiente decisión de salir del Euro ahora que aún puede (y que no le costaría nada, sino al contrario, le daría muchas ventajas financieras), dejará de existir, transformándose su poder político dirigente en mero parásito sin utilidad ninguna. Por eso nos hace sonreír la tomadura de pelo del sinvergüenza del presidente de la Taifa Cuatribarrada, Arturo Mas, a los crédulos catalanes, cuando les promete rescatar la soberanía para Cataluña, ¡pero dentro de Europa y del Euro, donde es imposible que exista ni siquiera la de Italia, Portugal o España!
El Sistema Financiero Internacional necesita una guerra continua que dure los próximos 20 años. Es su única salida. Pues sabe que el sobreabundante dólar sólo se sostendrá con el valor artificial que le otorga el que la inmensa mayoría de los ciudadanos no lo tengan en cantidad suficiente más que para malvivir. Y no hay mejor manera de garantizar el malvivir del pueblo que someterlo a los efectos de los cuatro jinetes del Apocalipsis: el hambre, la guerra, la enfermedad y la muerte.
Si no lo hace así, el inmenso volumen de dólares que gravitan en la cúspide de la pirámide humana, tras la succión por capilaridad de la usura desaforada desde las capas populares a las privilegiadas, caería sobre todas las capas de ésta como una gran lluvia de mierda, produciendo la mayor inflación que se recuerda en el mundo desde la del marco alemán que organizó la misma Sinarquía Financiera Internacional tras el saqueo de la crisis del 29, y que desencadenó la II Guerra Mundial y mató a cien millones de personas.
La III ya se está gestando. La veremos todos en primera fila. Que nos coja bien peinados, porque ésta va a batir todos los récords de audiencia.
Ácratas
NOTA: (*) SFI es el acrónimo tanto de Sistema Financiero Internacional como de Sionismo Financiero Internacional, Sanedrín Financiero Internacional o de Sinarquía Financiera Internacional. Como se quiera. Son diversos collares que adornan al mismo perro.