Hoy traigo una película a El Terror Tiene Forma bastante desconocida pero que sin embargo contiene muchos puntos de interés para el aficionado al cine fantástico. El film en cuestión se titula The Bells, fue dirigido en el año 1926 por James Young y entre su reparto encontramos a Lionel Barrymore, Gustav von Seyffertitz, Caroline Frances Cooke, Lorimer Johnston y Boris Karloff.
El argumento es el siguiente: Mathias (Lionel Barrymore) es un posadero amable y generoso que por esa misma condición esta completamente arruinado. El sueña con llegar a ser el burgomaestre del pequeño pueblo donde reside, pero Jerome Frantz (Gustav von Seyffertitz) se interpone en su camino, amenazándole constantemente en hacer efectiva la deuda que tiene contraída con el y despojarle de todos sus bienes, incluida su hija. Una noche un rico comerciante llega a la posada, Mathias decide asesinarlo y robarle todo el oro que lleva escondido. A partir de ese momento el fantasma del huésped se le aparece continuamente a la par que oye el tintineo de unas campanas. A partir de ese momento la vida y la mente de Mathias se desmoronara totalmente.
Como podéis ver la película es un clásico melodrama con elementos sobrenaturales puestos con delicadeza en medio de la trama, no es por este motivo por el que resalta la película, sino más bien porque todo el conjunto se revela como un inquietante cuento con trasfondo psicólogico, que estudia las motivaciones, los remordimientos y las consecuencias de un acto tan brutal como el asesinato.
The bells es una película elegante que no obstante no consigue mantener una línea recta de calidad durante todo el metraje, ya que alterna escenas verdaderamente impactantes con otras demasiado ingenuas y faltas de tensión. Como elementos a destacar se pueden mencionar escenas como la del sueño (técnicamente muy bien realizada) o el asesinato (verdaderamente impactante para la época), que dejan una sensación en el espectador de estar viendo una película fértil en el terreno de la imaginación, prodiga en momentos interpretativos y precursora, en cierta medida, de técnicas y trucos que serian de uso común posteriormente en el género. Sin embargo la alternancia en el ritmo descriptivo y los constantes bamboleos en la creación de tensión restan efectividad al global de la obra, con lo cual no puede considerarse a esta película una pieza clave en el cine mudo, pero sí, que conste, es totalmente recomendable e incluso muy satisfactoria para el amante de éste tipo de cine.
El trabajo interpretativo raya a buena altura, Lionel Barrymore y Gustav von Seyffertitz trabajan de manera muy competente y eficaz, pero es ineludible mencionar y destacar la aparición en un pequeño papel de Boris Karloff, interpretando a un hipnotizador que recuerda mucho al Dr. Caligari de Robert Wiene; Karloff consigue recrear un personaje fascinante, que anticipa su carrera posterior, y que se convierte en uno de los mejores papeles del actor durante su etapa en el cine mudo.
Poco más, solo me queda decir que Hasta mañana amigos/as de The Bells es un buen experimento visual, que alterna excelentes momentos con otros un poco más manidos y/o simplones, pero que como ejercicio cinematográfico y curiosidad cinéfila alcanza un notable alto; por lo tanto puede interesar tanto a estudiosos del cine mudo como a aficionados interesados en comprender los resortes del terror y la angustia, que tantas producciones posteriores han utilizado para crear miedo.
El Terror Tiene Forma.
Año: 1926 / Director: James Young / Productor: I.E. Chadwick / Guión: Alexandre Chatrian, Emile Erckmann, Leopold Lewis, James Young / Fotografía: L. William O'Connell / País: USA / Duración: 92m.; 68m. (DVD) / Formato: 35mm/ Proporción: 1.33: 1 / B/N, Muda
Lionel Barrymore, Gustav von Seyffertitz, Caroline Frances Cooke, Lorimer Johnston, Eddie Phillips, Lola Todd, Laura La Varnie, Boris Karloff, E. Alyn Warren. Sin acreditar: George Austin, John George, Otto Lederer