Según un estudio de la Universidad de California en San Francisco (Estados Unidos) que se publica en la revista Journal of Clinical Investigation, la respuesta inmune de la madre evita que el feto acepte células madres sanguíneas trasplantadas y que esta respuesta puede evitarse al trasplantar células de la propia madre. Según explica Tippi MacKenzie, responsable del estudio, esta investigación ofrece una solución directa que convierte el trasplante de células madres al feto en un objetivo alcanzable. Por primera vez se encuentra una estrategia viable para tratar los trastornos congénitos antes del nacimiento.
El trasplante de células madre fetales consiste en tomar células sanas de la médula ósea de un donante y trasplantarlas al feto a través de inyecciones guiadas por ultrasonido. Cuando tiene éxito, el injerto de células completa el suministro de células sanas que fabrican la sangre en el paciente. En una primera fase los investigadores examinaron el contenido celular fetal en un modelo experimental y descubrieron una gran proporción de células sanguíneas maternas en el feto. Sus análisis indicaron que hasta el diez por ciento de las células de la sangre del feto procedían de la madre. Después, los investigadores trasplantaron al feto células madre sanguíneas que no eran compatibles con el feto o la madre. Tras el trasplante, los investigadores observaron un influjo de las células T, la principal fuerza tras la respuesta inmune, de la madre en el feto, lo que condujo a un rechazo del trasplante.
Sin embargo, si los investigadores eliminaban las células T sólo de la madre antes de realizar el trasplante, cerca del 100 por cien de los injertos de células madre eran aceptados por los fetos, lo que indica que las células T maternales juegan un papel crítico en desencadenar el rechazo al trasplante. Finalmente, los investigadores trasplantaron a modelos fetales células madre sanguíneas compatibles con la madre y que dieron lugar a un alto nivel de éxito.Siempre y cuando las células madre trasplantadas concuerden con las de la madre no parece importar si concuerdan con el feto. El trasplante de células madre recopiladas de la madre tiene sentido porque la madre y el feto en desarrollo se encuentran preconfigurados para tolerarse entre sí, explica Amar Nijagal, responsable del estudio.
Como próximos pasos, los investigadores necesitarán confirmar los descubrimientos en humanos e investigar cómo las células T maternas pueden producir el rechazo del trasplante.Ahora que sabemos que un feto puede volverse tolerante a una fuente de células madre extraña, podemos examinar cómo otros tipos de células madre podrían ser utilizados para tratar desde trastornos neurológicos a trastornos musculares antes del nacimiento, añade MacKenzie.