Así se pudo observar cómo la estructura de una célula determina su capacidad para comunicarse e interactuar con otras células y proteínas. También cómo las moléculas de azúcar desempeñan un papel clave en la comunicación celular: sirven como "canales" que las células y las proteínas utilizan para comunicarse entre sí.
Utilizando células sintéticas, el autor principal César Rodríguez-Emmenegger, un ex miembro del grupo de Percec, ahora en Aachen, descubrió una forma de estudiar directamente las membranas celulares empleando un método llamado microscopía de fuerza atómica. Este enfoque genera escaneos de resolución extremadamente alta que revelan formas y estructuras en una escala de menos de un nanómetro, casi 10.000 veces más pequeño que el ancho de un cabello humano.
El estudio es el primer ejemplo de un método similar a la difracción que se puede realizar en células sintéticas completas. Usando este nuevo método, el grupo de Percec descubrió que una menor concentración de azúcares en la superficie de una membrana celular conducía a una mayor reactividad con las proteínas en las membranas de otras células.