En la primera década de este siglo fueron las proteínas, el nutriente estelar. Las dietas proteicas surgidas en los últimos quince años fueron consideradas clave para bajar de peso.
También llamadas hiperproteicas, se caracterizan, tal como su nombre lo indica, por un alto nivel de proteínas y porque llegan a aportar entre el 30 al 50 por ciento del total de calorías que se consume diariamente y por ser bajas en hidratos de carbono. La cuestión a resolver es… ¿son seguras?Este tipo de dietas se focaliza en el consumo de alimentos ricos en proteínas los cuales tienen gran poder saciógeno. Normalmente, los hidratos de carbono son la fuente energética preferida por el organismo. Recomiendo leer el articulo (siete horas de sueño, lo justo y necesario)
Pero, en el caso de este tipo de dietas donde se restringen drásticamente los hidratos de carbono, el organismo recurre a un estado metabólico llamado “cetosis”, proceso por el que el cuerpo quema su propia grasa para obtener energía.
A mediano plazo, este fenómeno puede causar fallas en ciertos órganos y provocar gota, cálculos renales o falla renal. Generalmente, cuando una persona padece cetosis siente menos hambre y, en consecuencia, ingiere menos alimentos (a la vez presenta mal aliento).